Descripción general
Diversas enfermedades pueden causar eosinofilia. Algunas de las causas principales son una infección ocasionada por un parásito, una reacción alérgica o el cáncer. La eosinofilia puede derivar en niveles elevados de eosinófilos en la sangre. O bien, puede llevar a niveles elevados de eosinófilos en los tejidos del sitio de la infección o de la hinchazón, es decir, de la inflamación.
Síntomas
La eosinofilia no tiene síntomas bien definidos. Sin embargo, las enfermedades que la causan pueden estar acompañadas de varios síntomas. Un control médico para revisar estos síntomas suele llevar a que se confirme la eosinofilia mediante análisis de sangre. En ocasiones, los niveles elevados de eosinófilos en la sangre pueden dañar los órganos. Esto se conoce como síndrome hipereosinofílico.
Tratamientos
El tratamiento de la eosinofilia depende de la afección que la causa. Si se detecta y se trata la afección subyacente, es probable que la eosinofilia desaparezca. Es posible que el síndrome hipereosinofílico deba tratarse con medicamentos con receta médica, como corticoides. Además, los profesionales de atención médica supervisan de cerca la salud de las personas que tienen este síndrome.
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