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Enfermedad de las arterias coronarias

Infórmate sobre las señales de advertencia de esta afección cardíaca común, a menudo causada por la obstrucción y el estrechamiento de las arterias, y sobre cómo los cambios en el estilo de vida pueden reducir el riesgo.

Perspectiva general

La enfermedad de las arterias coronarias es una afección cardíaca común. Los principales vasos sanguíneos que suministran sangre al corazón (arterias coronarias) tienen dificultad para enviar suficiente sangre, oxígeno y nutrientes a los músculos cardíacos. Los depósitos de colesterol (placas) en las arterias cardíacas y la inflamación suelen ser la causa de la enfermedad de las arterias coronarias.

Los signos y síntomas de la enfermedad de las arterias coronarias se producen cuando el corazón no recibe la sangre rica en oxígeno suficiente. Si tienes una enfermedad de las arterias coronarias, la reducción del flujo sanguíneo al corazón puede provocar dolor de pecho (angina de pecho) y falta de aire. Una obstrucción completa del flujo sanguíneo puede causar un ataque cardíaco.

La enfermedad de las arterias coronarias se suele desarrollar durante décadas. Es posible que los síntomas pasen desapercibidos hasta que una obstrucción significativa cause problemas o se produzca un ataque cardíaco. Seguir un estilo de vida saludable para el corazón puede ayudar a prevenir la enfermedad de las arterias coronarias.

A la enfermedad de las arterias coronarias también se la conoce con el nombre de enfermedad cardíaca coronaria.

Síntomas

Es posible que, al principio, los síntomas pasen inadvertidos o que solo se manifiesten cuando el corazón late fuerte, como cuando se hace ejercicio. A medida que las arterias coronarias continúan estrechándose, llega cada vez menos sangre al corazón y los síntomas se hacen más graves o frecuentes.

Los signos y síntomas de la enfermedad de las arterias coronarias pueden incluir los siguientes:

  • Dolor en el pecho (angina). Puedes sentir presión u opresión en el pecho. Algunas personas afirman que se siente como si alguien se nos parara en el pecho. Este dolor suele producirse en el lado medio o izquierdo del pecho. El ejercicio o las emociones fuertes pueden desencadenar la angina de pecho. El dolor suele desaparecer a los pocos minutos de que finaliza el evento desencadenante. En algunas personas, especialmente en las mujeres, el dolor puede ser breve o agudo y se siente en el cuello, el brazo o la espalda.
  • Falta de aire. Puedes sentir que no puedes respirar.
  • Fatiga. Si el corazón no puede bombear suficiente sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo, puedes sentirte inusualmente cansado.
  • Ataque cardíaco. Una arteria coronaria completamente bloqueada causará un ataque cardíaco. Los signos y síntomas clásicos de un ataque cardíaco incluyen sensación de opresión, dolor en el pecho y en los hombros o brazos, falta de aire y sudoración. Es posible que las mujeres tengan síntomas menos comunes, como dolor de cuello o mandíbula, náuseas y fatiga. Algunos ataques cardíacos no causan ningún signo o síntoma perceptible.

Cuándo consultar al médico

Si crees que estás teniendo un ataque cardíaco, llama inmediatamente al 911 o al número de emergencia local. Si no tienes acceso a servicios médicos de urgencia, pídele a alguien que te lleve al hospital más cercano. Conduce tú mismo solo como última opción.

Fumar o tener presión arterial alta, colesterol alto, diabetes, obesidad o fuertes antecedentes familiares de enfermedad cardíaca te hacen más propenso a tener una enfermedad de las arterias coronarias. Si tienes un alto riesgo de enfermedad de las arterias coronarias, habla con el proveedor de atención médica. Es posible que necesites pruebas para determinar si hay arterias estrechas y si tienes una enfermedad de las arterias coronarias.

Causas

Desarrollo de aterosclerosis

Si hay demasiado colesterol en la sangre, este y otras sustancias pueden formar depósitos (placa) que se acumulan en las paredes de la arteria. La placa puede provocar que la arteria se estreche o se obstruya. Si una placa se deteriora, puede formarse un coágulo de sangre. La placa y los coágulos de sangre pueden disminuir el flujo sanguíneo a través de una arteria.

La enfermedad de las arterias coronarias comienza cuando las grasas, el colesterol y otras sustancias se acumulan en las paredes internas de las arterias del corazón. Esta afección se denomina ateroesclerosis. La acumulación se llama placa. La placa puede provocar que las arterias se estrechen, lo que obstruye el flujo sanguíneo. La placa también puede reventar y formar un coágulo de sangre.

Además del colesterol alto, también se puede producir daño en las arterias coronarias.

  • Diabetes o resistencia a la insulina
  • Presión arterial alta
  • No hacer suficiente ejercicio (estilo de vida sedentario)
  • Fumar o consumir tabaco

Factores de riesgo

La enfermedad de las arterias coronarias es común. La edad, la genética, otras afecciones médicas y las elecciones de estilo de vida pueden afectar la salud de las arterias cardíacas.

Entre los factores de riesgo de la enfermedad de las arterias coronarias se incluyen los siguientes:

  • Edad. El envejecimiento aumenta el riesgo de que las arterias se dañen y se estrechen.
  • Sexo. Los hombres corren mayor riesgo de tener la enfermedad de las arterias coronarias. Sin embargo, el riesgo en las mujeres aumenta después de la menopausia.
  • Antecedentes familiares. Los antecedentes familiares de enfermedad cardíaca te hacen más propenso a contraer la enfermedad de las arterias coronarias. En particular, puede suceder si un pariente cercano (padre, madre, hermanos) presentó enfermedad cardíaca a edad temprana. El riesgo es mayor si tu padre o un hermano tuvo una enfermedad cardíaca antes de los 55 años o si tu madre o una hermana la contrajo antes de los 65 años.
  • Fumar. Si fumas, deja de hacerlo. Fumar es perjudicial para la salud del corazón. Las personas que fuman corren un riesgo significativamente mayor de tener una enfermedad cardíaca. Respirar humo de segunda mano también aumenta el riesgo.
  • Presión arterial alta. La presión arterial alta sin controlar puede endurecer las arterias y hacer que se vuelvan rígidas (rigidez arterial). Las arterias coronarias pueden estrecharse y disminuir el flujo sanguíneo.
  • Colesterol alto. El exceso de colesterol malo en la sangre puede aumentar el riesgo de tener ateroesclerosis. El colesterol malo se llama colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL, por sus siglas en inglés). La falta de colesterol bueno (que se llama lipoproteína de alta densidad o HDL, por sus siglas en inglés) también produce ateroesclerosis.
  • Diabetes. La diabetes aumenta el riesgo de tener enfermedad de las arterias coronarias. La diabetes tipo 2 y la enfermedad de las arterias coronarias comparten algunos factores de riesgo, como la obesidad y la presión arterial alta.
  • Sobrepeso u obesidad. El sobrepeso es malo para la salud en general. La obesidad puede producir la diabetes tipo 2 y presión arterial alta. Pregúntale a tu proveedor de atención médica cuál sería el peso saludable en tu caso.
  • Enfermedad renal crónica. La enfermedad renal crónica aumenta el riesgo de tener enfermedad de las arterias coronarias.
  • No hacer suficiente ejercicio. La actividad física es importante para tener buena salud. La falta de ejercicio (estilo de vida sedentario) está asociada a la enfermedad de las arterias coronarias y a algunos de sus factores de riesgo.
  • Mucho estrés. El estrés emocional puede dañar las arterias y empeorar otros factores de riesgo de las enfermedades de las arterias coronarias.
  • Dieta poco saludable. Comer alimentos con gran cantidad de grasas saturadas, grasas trans, sal y azúcar puede aumentar el riesgo de tener enfermedad de las arterias coronarias.
  • Consumo de alcohol. El consumo excesivo de alcohol puede provocar daños en el músculo cardíaco. También puede empeorar otros factores de riesgo de la enfermedad de las arterias coronarias.
  • Horas de sueño. Dormir demasiado o demasiado poco está relacionado con un mayor riesgo de tener una enfermedad cardíaca.

Los factores de riesgo suelen presentarse juntos. Un factor de riesgo puede desencadenar otro.

Cuando se combinan ciertos factores de riesgo, hay aún más probabilidad de tener la enfermedad de las arterias coronarias. Por ejemplo, el síndrome metabólico (un conjunto de afecciones que incluye presión arterial alta, niveles altos de glucosa en la sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles altos de triglicéridos) aumenta el riesgo de tener la enfermedad de las arterias coronarias.

Algunas veces, la enfermedad de las arterias coronarias aparece sin los factores clásicos de riesgo. Otros factores de riesgo de la enfermedad de las arterias coronarias pueden ser los siguientes:

  • Pausas en la respiración durante el sueño (apnea obstructiva del sueño). Esta afección hace que la respiración se detenga y se reanude durante el sueño. Puede provocar un descenso repentino de los niveles de oxígeno en la sangre. El corazón debe esforzarse más. La presión arterial sube.
  • Proteína C reactiva de alta sensibilidad. Esta proteína aparece en cantidades mayores a las normales si hay una inflamación en alguna parte del cuerpo. Los altos niveles de proteína C reactiva de alta sensibilidad pueden ser un factor de riesgo de la enfermedad cardíaca. Se cree que a medida que se estrechan las arterias coronarias, aumenta el nivel de proteína C reactiva de alta sensibilidad en la sangre.
  • Triglicéridos altos. Este es un tipo de grasa (lípido) en la sangre. Los niveles altos pueden aumentar el riesgo de la enfermedad de las arterias coronarias, especialmente en las mujeres.
  • Homocisteína. La homocisteína es un aminoácido que el cuerpo usa para elaborar proteínas y para generar y mantener los tejidos. Sin embargo, los niveles altos de homocisteína pueden aumentar el riesgo de tener la enfermedad de las arterias coronarias.
  • Preeclampsia. Esta complicación del embarazo provoca presión arterial alta y aumenta la cantidad de proteínas en la orina. Puede generar un mayor riesgo de enfermedad cardíaca en el futuro.
  • Otras complicaciones del embarazo. La diabetes o la presión arterial alta durante el embarazo también son factores de riesgo conocidos de la enfermedad de las arterias coronarias.
  • Determinadas enfermedades autoinmunitarias. Las personas que tienen afecciones como artritis reumatoide y lupus (y otras afecciones inflamatorias) tienen un mayor riesgo de presentar ateroesclerosis.

Complicaciones

La enfermedad de las arterias coronarias puede provocar lo siguiente:

  • Dolor en el pecho (angina). Cuando las arterias coronarias se estrechan, es posible que el corazón no reciba suficiente sangre cuando más la necesita, como al hacer ejercicio. Esto puede causar dolor en el pecho (angina) o falta de aire.
  • Ataque cardíaco. Un ataque cardíaco puede ocurrir si una placa de colesterol se rompe y hace que se forme un coágulo sanguíneo. Un coágulo puede bloquear el flujo sanguíneo. La falta de sangre puede dañar el músculo cardíaco. La magnitud del daño dependerá, en parte, de la rapidez con que recibas tratamiento.
  • Insuficiencia cardíaca. El estrechamiento de las arterias del corazón o la presión arterial alta pueden hacer que el corazón se debilite o se endurezca lentamente, por lo que se dificulta la capacidad de bombear sangre. La insuficiencia cardíaca se produce cuando el corazón no bombea sangre de la manera que debería.
  • Ritmo cardíaco irregular (arritmias). Si no llega suficiente sangre al corazón, las señales cardíacas pueden verse afectadas, lo que provocaría latidos del corazón irregulares.

Prevención

Los mismos hábitos de estilo de vida que se usan para ayudar a tratar la enfermedad de las arterias coronarias también pueden ayudar a evitarla. Un estilo de vida saludable puede ayudarte a mantener las arterias fuertes y sin placa. Para mejorar tu salud cardíaca, sigue estos consejos:

  • Deja de fumar.
  • Controla la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes.
  • Haz ejercicio con frecuencia.
  • Mantén un peso saludable.
  • Adopta una dieta baja en grasas y sal, y con muchas frutas, verduras y granos integrales.
  • Reduce y controla el estrés.

Diagnóstico

Un proveedor de atención médica te examinará para diagnosticar si tienes una enfermedad de las arterias coronarias. Es probable que se te hagan preguntas acerca de tus antecedentes médicos y sobre cualquier síntoma. Normalmente, se realizan análisis de sangre para evaluar la salud general.

Pruebas

Las pruebas que ayudan a diagnosticar o controlar la enfermedad de las arterias coronarias incluyen las siguientes:

  • Electrocardiograma (ECG). Esta prueba rápida e indolora mide la actividad eléctrica del corazón. También puede mostrar lo rápido o lento que late el corazón. El proveedor de atención médica puede evaluar los patrones de las señales para determinar si tienes o has tenido un ataque cardíaco.
  • Ecocardiograma. Esta prueba utiliza ondas sonoras para crear imágenes del corazón al latir. Un ecocardiograma puede mostrar cómo circula la sangre a través del corazón y las válvulas cardíacas.

    Las partes del corazón que se mueven con debilidad pueden ser consecuencia de la falta de oxígeno o de un ataque cardíaco. Esto puede ser un signo de enfermedad de las arterias coronarias o de otras afecciones.

  • Prueba de esfuerzo. Si los signos y síntomas aparecen con mayor frecuencia durante el ejercicio, es posible que el proveedor de atención médica te pida que camines en una cinta o pedalees en una bicicleta fija durante un electrocardiograma. Si el ecocardiograma se lleva a cabo mientras haces estos ejercicios, la prueba se denomina ecocardiograma de esfuerzo. Si no puedes hacer ejercicio, es posible que se te den medicamentos que estimulen el corazón como lo hace el ejercicio.
  • Prueba de esfuerzo nuclear. Esta prueba es similar a una prueba de esfuerzo, pero agrega imágenes a los registros del electrocardiograma. Una prueba de esfuerzo nuclear muestra cómo circula la sangre hasta el músculo cardíaco en reposo y durante el esfuerzo. Se inyecta un marcador radioactivo por vía intravenosa. El marcador hace que las arterias del corazón se vean con mayor claridad en las imágenes.
  • Tomografía computarizada del corazón (cardíaca). Una tomografía computarizada del corazón puede mostrar los depósitos de calcio y las obstrucciones en las arterias del corazón. Los depósitos de calcio pueden estrechar las arterias.

    Durante esta prueba, a veces se inyecta una sustancia de contraste por vía intravenosa. La sustancia de contraste ayuda a crear imágenes detalladas de las arterias del corazón. Si se utiliza una sustancia de contraste, la prueba se denomina angiografía coronaria por tomografía computarizada.

  • Cateterismo cardíaco y angiografía. Durante un cateterismo cardíaco, un médico del corazón (cardiólogo) inserta suavemente un tubo flexible (catéter) en un vaso sanguíneo, por lo general, en la muñeca o la ingle. Se guía el catéter cuidadosamente hasta el corazón con la ayuda de rayos X. Una sustancia de contraste fluye a través del catéter. Esta sustancia ayuda a que los vasos sanguíneos se vean mejor en las imágenes y muestra cualquier obstrucción presente.

    Si tienes una obstrucción en una arteria que necesita tratamiento, se puede inflar un globo en la punta del catéter para abrir la arteria. Normalmente, se utiliza un tubo de malla (estent) para mantener abierta la arteria.

Tratamiento

Estent en la arteria coronaria

Al colocar el estent en la arteria coronaria, el proveedor de atención médica encontrará la arteria cardíaca obstruida (A). Se infla un globo en la punta de un tubo flexible (catéter). Sirve para ensanchar la arteria obstruida. Entonces, se coloca un estent de malla metálica (B). El estent mantiene la arteria abierta para que circule la sangre (C).

Cirugía de baipás de la arteria coronaria

La cirugía de baipás de la arteria coronaria crea una nueva vía para que circule la sangre al corazón. Se usa un vaso sanguíneo sano de otra parte del cuerpo para redirigir el flujo de sangre por fuera de una zona obstruida de una arteria. Generalmente, el vaso sanguíneo se toma de una arteria en el pecho, llamada arteria mamaria interna. A veces, se toma de una vena de la pierna, llamada vena safena.

El tratamiento de la enfermedad de las arterias coronarias suele implicar cambios en el estilo de vida, como dejar de fumar, comer saludable y hacer más ejercicio. Algunas veces, se necesitan medicamentos y procedimientos.

Medicamentos

Hay muchos medicamentos disponibles para tratar las enfermedades de las arterias coronarias, como los siguientes:

  • Medicamentos para el colesterol. Los medicamentos pueden ayudar a reducir el colesterol malo y la acumulación de placa en las arterias. Estos medicamentos son las estatinas, la niacina, los fibratos y los secuestradores de ácido biliar.
  • Aspirina. La aspirina ayuda a diluir la sangre y prevenir los coágulos sanguíneos. En algunas personas puede recomendarse un tratamiento diario con dosis bajas de aspirina para la prevención primaria de ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

    El uso diario de aspirina puede tener efectos secundarios graves, como sangrado en el estómago y los intestinos. No debes comenzar a tomar una aspirina por día sin consultar con el proveedor de atención médica.

  • Betabloqueadores. Estos medicamentos disminuyen la frecuencia cardíaca. Además, disminuyen la presión arterial. Si has tenido un ataque cardíaco, los betabloqueadores pueden reducir el riesgo de ataques futuros.
  • Bloqueadores de los canales de calcio. Es posible que se te recomiende uno de estos medicamentos si no puedes tomar betabloqueadores o si estos no son eficaces. Los bloqueadores de los canales de calcio pueden ayudar a mejorar los síntomas del dolor de pecho.
  • Inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina (ECA) y antagonistas de receptores de angiotensina II (ARA-II). Estos medicamentos disminuyen la presión arterial. Pueden ayudar a evitar que las enfermedades de las arterias coronarias empeoren.
  • Nitroglicerina. Este medicamento ensancha las arterias del corazón. Puede ayudar a controlar o aliviar el dolor de pecho. La nitroglicerina está disponible en forma de pastilla, atomizador o parche.
  • Ranolazina. Este medicamento puede ayudar a las personas con dolor de pecho (angina de pecho). Se puede recetar con un betabloqueador o en lugar de los betabloqueadores.

Cirugías u otros procedimientos

En ocasiones, se necesita una cirugía para reparar la arteria obstruida. Algunas opciones son las siguientes:

  • Angioplastia coronaria y colocación de estents. Este procedimiento se realiza para abrir las arterias cardíacas obstruidas. También puede llamarse intervención coronaria percutánea. El médico del corazón (cardiólogo) guía una sonda fina y flexible (catéter) hasta la parte estrechada de la arteria cardíaca. El globo pequeño se infla para ayudar a ensanchar la arteria obstruida y mejorar el flujo sanguíneo.

    Durante una angioplastia, es posible que se coloque una pequeña sonda de malla de alambre (estent) en la arteria. El estent ayuda a mantener la arteria abierta. Disminuye el riesgo de que la arteria se vuelva a estrechar. Algunos estents liberan medicamentos lentamente para ayudar a mantener las arterias abiertas.

  • Cirugía de injerto de baipás de arteria coronaria. El cirujano toma un vaso sanguíneo sano de otra parte del cuerpo para crear una nueva vía para la sangre en el corazón. Luego la sangre circula alrededor de la arteria coronaria obstruida o estrechada. El injerto de baipás de la arteria coronaria es una cirugía a corazón abierto. Por lo general, se realiza solo en personas que tienen muchas arterias cardíacas estrechadas.

Estilo de vida y remedios caseros

Hacer algunos cambios en el estilo de vida podría ayudar a mantener las arterias saludables y puede prevenir o retrasar la enfermedad de las arterias coronarias. Prueba estos consejos saludables para el corazón:

  • No fumes. Fumar es uno de los principales factores de riesgo de tener enfermedad de las arterias coronarias. La nicotina contrae los vasos sanguíneos y fuerza al corazón a trabajar más. No fumar es una de las mejores formas de reducir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
  • Contrólate la presión arterial. Los adultos deben visitar a un proveedor de atención médica para controlarse la presión arterial al menos cada dos años. Es posible que necesites controlarte con mayor frecuencia si tienes antecedentes de presión arterial alta. Pregúntale al proveedor de atención médica cuál sería tu nivel deseado de presión arterial.
  • Controla el colesterol. Los adultos deben hacerse un análisis de colesterol entre los 20 y los 30 años y, al menos, una vez cada cinco años. Algunas personas necesitan controlarse con mayor frecuencia. El nivel óptimo de colesterol de lipoproteínas de baja densidad es inferior a 130 miligramos por decilitro (mg/dl) o 3,4 milimoles por litro (mmol/l). Igualmente, esto depende de tu estado general de salud. Si tienes otros factores de riesgo de enfermedad cardíaca, deberías intentar alcanzar un nivel de colesterol de lipoproteínas de baja densidad inferior a los 100 mg/dl (2,6 mmol/l). Pregúntale al proveedor de atención médica cuáles deben ser tus niveles de colesterol.
  • Controla tu nivel de glucosa sanguínea. Si tienes diabetes, controlar cuidadosamente el nivel de glucosa sanguínea te puede ayudar a reducir el riesgo de tener enfermedades cardíacas.
  • Consumir alimentos saludables para el corazón. Come muchas frutas, verduras, granos integrales, legumbres y frutos secos. Evita el consumo de grasas saturadas y grasas trans. Disminuye la ingesta de sal y azúcar. Comer una o dos porciones de pescado a la semana también puede ayudar a mantener el corazón sano.
  • Evita o limita el consumo de alcohol. Si eliges beber alcohol, hazlo con moderación. En los adultos saludables, beber con moderación significa una copa al día en el caso de las mujeres y hasta dos copas al día en el caso de los hombres.
  • Muévete. El ejercicio ayuda a controlar los factores de riesgo de enfermedad de las arterias coronarias, como el peso y la diabetes, los niveles elevados de colesterol y la presión arterial alta. Haz al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica intensa a la semana, o una combinación de actividad moderada e intensa.
  • Mantén un peso saludable. El sobrepeso aumenta el riesgo de tener enfermedad de las arterias coronarias. Perder solo un pequeño porcentaje de tu peso puede ayudarte a reducir los factores de riesgo de tener enfermedad de las arterias coronarias.
  • Pregunta acerca de la rehabilitación cardíaca. Si tuviste una cirugía cardíaca, el médico puede recomendarte que participes en un programa de educación, asesoramiento y entrenamiento con ejercicios diseñado para ayudarte a mejorar tu salud.
  • Controla el estrés. Busca maneras de reducir el estrés emocional. Hacer más ejercicio, practicar la atención plena y conectarte con otras personas en grupos de apoyo son algunas maneras de controlar el estrés.
  • Recibe las vacunas recomendadas. Vacúnate contra la gripe (influenza) todos los años.

Los controles médicos regulares son importantes. Algunos de los principales factores de riesgo de la enfermedad de las arterias coronarias, como niveles altos de colesterol, presión arterial alta y diabetes, no presentan síntomas en las etapas tempranas. La detección y el tratamiento oportunos pueden ayudarte a mantener el corazón más saludable.

Medicina alternativa

Los ácidos grasos omega-3 son un tipo de ácido graso insaturado. Se cree que pueden disminuir la inflamación en todo el cuerpo. La inflamación se ha vinculado a la enfermedad de las arterias coronarias. Sin embargo, las ventajas y desventajas de los ácidos grasos omega-3 para la enfermedad cardíaca siguen siendo objeto de estudio.

Entre las fuentes de ácidos grasos omega-3, se incluyen las siguientes:

  • Pescado y aceite de pescado. El pescado y el aceite de pescado son las fuentes más eficaces de ácidos grasos omega-3. Los pescados grasos, como el salmón, el arenque y el atún enlatado liviano, contienen más ácidos grasos omega-3 y, por lo tanto, más beneficios. Los suplementos de aceite de pescado pueden proporcionar beneficios, pero las pruebas más sólidas sostienen la ingesta de pescado.
  • Lino y aceite de linaza. El lino y el aceite de linaza contienen un tipo de ácido graso omega-3 llamado ácido alfalinolénico. El ácido alfalinolénico contiene menos cantidad de ácidos grasos omega-3 que el pescado y el aceite de pescado. Puede ayudar a disminuir el colesterol y a mejorar la salud cardíaca. Sin embargo, las investigaciones son ambiguas. En algunos estudios, no se concluyó que el ácido alfalinoléico fuera tan eficaz como el pescado. La linaza también contiene mucha fibra, lo que supone varios beneficios para la salud.
  • Otros aceites. El ácido alfalinolénico también puede encontrarse en el aceite de canola, la soja y el aceite de soja.

Existen otros suplementos que pueden ayudar a bajar la presión arterial o el colesterol, dos factores de riesgo de enfermedad de las arterias coronarias. Algunos que pueden resultar eficaces son los siguientes:

  • Cebada
  • Psyllium, un tipo de fibra
  • Hojuelas de avena, un tipo de fibra que incluye betaglucanos y se encuentra en la avena y la avena integral
  • Ajo
  • Esteroles vegetales (que se encuentran en los suplementos y algunas margarinas, como Promise, Smart Balance y Benecol)

Habla siempre con un proveedor de atención médica antes de usar plantas medicinales, suplementos o medicamentos de venta libre. Algunos medicamentos y suplementos pueden interferir con otros.

Preparación antes de la cita

Si tienes síntomas de enfermedad de las arterias coronarias o algún factor de riesgo, programa una cita con el proveedor de atención médica. Es posible que te deriven a un especialista del corazón (cardiólogo).

A continuación, presentamos información para ayudarte a que te prepares para la cita médica y para que sepas qué puedes esperar del médico.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica. Cuando programes la cita médica, pregunta si hay algo que debas hacer por adelantado, como restringir tu dieta. Es posible que debas evitar las comidas o las bebidas por un tiempo antes de algunas pruebas.
  • Anota cualquier síntoma que tengas, incluido cualquiera que pueda no estar relacionado con la enfermedad de las arterias coronarias.
  • Anota tu información médica, incluidas otras afecciones que tengas y cualquier antecedente de enfermedad cardíaca.
  • Lleva una lista de los medicamentos a tu cita médica. No olvides incluir las dosis.
  • Pídele a un familiar o a un amigo que vaya contigo a la consulta, si es posible. Esta persona puede ayudarte a recordar lo que diga el proveedor de atención médica.
  • Anota las preguntas que quieras hacerle al proveedor de atención médica.

Estas son algunas preguntas que puedes hacerle al proveedor de atención médica en tu primera cita médica:

  • ¿Qué es lo que provoca los síntomas?
  • ¿Qué pruebas necesito hacerme?
  • ¿Debería consultar a un especialista?
  • ¿Debo seguir alguna restricción mientras espero mi próxima cita médica?
  • ¿Cuándo debo llamar al 911 o a la atención médica de emergencia para que revisen mis síntomas?

Si te derivan a un especialista en corazón (cardiólogo) debido a una enfermedad de las arterias coronarias, puedes preguntarle lo siguiente:

  • ¿Hay riesgos de que la enfermedad de las arterias coronarias tenga complicaciones a largo plazo?
  • ¿Qué tratamiento me recomienda?
  • Si necesito medicamentos, ¿cuáles son los posibles efectos secundarios?
  • ¿Necesito cirugía? ¿Por qué o por qué no?
  • ¿Qué dieta debo seguir y qué cambios debo hacer en mi estilo de vida?
  • ¿Qué restricciones debo seguir, si es que hay alguna?
  • ¿Con qué frecuencia serán las consultas de seguimiento?
  • Tengo otros problemas de salud. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?

No dudes en hacer preguntas adicionales sobre tu afección.

Qué esperar de tu médico

Es posible que el proveedor de atención médica que te atienda por la enfermedad de las arterias coronarias te haga las siguientes preguntas:

  • ¿Qué síntomas tienes?
  • ¿Cuándo comenzaste a tener los síntomas?
  • ¿Los síntomas han empeorado con el tiempo?
  • ¿Tienes dolor de pecho o dificultad para respirar?
  • ¿El ejercicio o la actividad empeoran los síntomas?
  • ¿En tu familia hay antecedentes de problemas cardíacos?
  • ¿Te han diagnosticado otras afecciones médicas?
  • ¿Qué medicamentos tomas?
  • ¿Alguna vez recibiste radioterapia?
  • ¿Cuánto te ejercitas en una semana normal?
  • ¿Cuál es tu dieta diaria habitual?
  • ¿Fumas o fumaste alguna vez? ¿Cuánto? Si dejaste de fumar, ¿cuándo?
  • ¿Bebes alcohol? ¿Cuánto?

Qué puedes hacer mientras tanto

Nunca es demasiado pronto para hacer cambios saludables en el estilo de vida, como dejar de fumar, consumir alimentos saludables y realizar más actividad física. Estos hábitos protegen contra la enfermedad de las arterias coronarias y sus complicaciones, incluido el ataque cardíaco y el accidente cerebrovascular.

Last Updated: July 19th, 2022