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Sarcoidosis

Esta afección inflamatoria tratable causa la proliferación de pequeños granulomas en diferentes partes del cuerpo, incluidos los pulmones, los ojos, la piel y el corazón.

Perspectiva general

La sarcoidosis es una afección que causa la formación de pequeñas acumulaciones de células del sistema inmunitario en cualquier parte del cuerpo. Estas pequeñas acumulaciones forman bultos rojos e inflamados llamados granulomas. Los granulomas ocurren comúnmente en los pulmones y los ganglios linfáticos del pecho. También pueden aparecer en los ojos, la piel, el corazón y otros órganos.

Los expertos no sabe cuál es la causa exacta de la sarcoidosis, pero probablemente es una mezcla de factores genéticos y ambientales. Algunas personas parecen tener cambios genéticos que las hacen más propensas a desarrollar sarcoidosis. Entonces, la afección se puede desencadenar por bacterias, virus, polvo o sustancias químicas. El sistema inmunitario de estas personas reacciona de forma exagerada al desencadenante, lo que causa inflamación que forma granulomas.

La sarcoidosis no tiene cura, pero la mayoría de las personas no necesita tratamiento. La sarcoidosis puede desaparecer por sí sola. Otras personas necesitan tratamiento para reducir la respuesta del sistema inmunitario del cuerpo. A veces, la sarcoidosis puede durar años y puede ocasionar daño a los órganos.

Síntomas

Los síntomas de la sarcoidosis varían según los órganos afectados y la gravedad de la afección. La sarcoidosis a veces se desarrolla lentamente a lo largo del tiempo y causa síntomas que duran años. Otras veces, los síntomas aparecen repentinamente y, luego, desaparecen con la misma rapidez. Muchas personas con sarcoidosis no tienen síntomas, por lo que la afección se descubre solo cuando se lleva a cabo una radiografía de tórax por otro motivo.

Síntomas generales

La sarcoidosis puede comenzar con estos síntomas:

  • Cansancio extremo
  • Fiebre leve
  • Hinchazón de los ganglios linfáticos, como en el cuello, las axilas o la ingle
  • Pérdida de peso
  • Dolor e hinchazón de las articulaciones, como los tobillos

Síntomas pulmonares

La sarcoidosis generalmente afecta a los pulmones y puede causar problemas pulmonares, por ejemplo:

  • Tos seca persistente
  • Falta de aire
  • Una sibilancia, que es un silbido del pecho al exhalar
  • Dolor en el pecho

Síntomas cutáneos

La sarcoidosis puede causar problemas en la piel, por ejemplo:

  • Una erupción con pequeños bultos que pican, generalmente, en la cabeza, en el cuello o en las piernas. La erupción puede ser dolorosa.
  • Lesiones en la piel, que son llagas abiertas en la nariz, los labios, las mejillas y los oídos.
  • Áreas de la piel más claras o más oscuras.
  • Proliferaciones debajo de la piel, en especial alrededor de cicatrices o tatuajes.

Síntomas oculares

La sarcoidosis puede afectar los ojos sin causar otros síntomas; por lo tanto, es importante que te controlen los ojos con regularidad. Cuando sí hay síntomas oculares, estos pueden incluir los siguientes:

  • Visión borrosa
  • Dolor en el ojo
  • Ojos llorosos
  • Ardor, picazón o sequedad en los ojos
  • Enrojecimiento grave
  • Sensibilidad a la luz

Síntomas cardíacos

Los síntomas relacionados con la sarcoidosis cardíaca pueden incluir los siguientes:

  • Dolor en el pecho
  • Falta de aire
  • Desmayos
  • Arritmias, que son latidos irregulares del corazón
  • Palpitaciones, que son latidos rápidos o aleteos del corazón
  • Hinchazón por el exceso de líquido en el cuerpo

Síntomas del sistema nervioso

La sarcoidosis puede causar síntomas relacionados con el cerebro y los nervios, como:

  • Dolores de cabeza
  • Mareos
  • Cambios en la vista
  • Confusión
  • Debilidad
  • Dolor nervioso, entumecimiento u hormigueo
  • Convulsiones

Otros síntomas

Otros síntomas suelen estar relacionados con los órganos afectados. La sarcoidosis puede causar granulomas en cualquier parte del cuerpo, como el hígado, el bazo, los músculos, los huesos y las articulaciones, los riñones y los ganglios linfáticos.

Cuándo debes consultar con un médico

Consulta a un médico u otro profesional de atención médica si tienes síntomas que pueden ser indicativos de sarcoidosis.

Causas

Se desconoce la causa de la sarcoidosis. Los expertos creen que se da como resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales que causan que el sistema inmunitario del cuerpo reaccione de manera exagerada a una sustancia que no reconoce.

Algunas personas tienen cambios genéticos que hacen que su sistema inmunitario sea más propenso a reaccionar de manera exagerada a los desencadenantes. Los desencadenantes podrían ser bacterias, virus, sustancias químicas o polvo. Esto hace que las células inmunitarias se agrupen en pequeñas acumulaciones de bultos inflamados llamadas granulomas. A medida que los granulomas se acumulan en un órgano, la funcionalidad del órgano puede verse afectada.

Factores de riesgo

Aunque todos pueden desarrollar sarcoidosis, los factores que pueden incrementar el riesgo comprenden:

  • Edad y sexo. La sarcoidosis puede presentarse a cualquier edad, pero es más común entre los 20 y los 60 años. Las mujeres son levemente más propensas que los hombres a desarrollar esta afección.
  • Raza. La sarcoidosis es más común en personas de ascendencia africana y en aquellas de ascendencia del norte de Europa. Los afroamericanos tienen más probabilidades de presentar sarcoidosis en otros órganos además de los pulmones.
  • Trabajo o pasatiempos. Trabajar con sustancias químicas y polvo puede aumentar el riesgo.
  • Antecedentes familiares. Si alguien de tu familia ha tenido sarcoidosis, tienes más probabilidad de desarrollar la afección.

Complicaciones

A veces, la sarcoidosis causa problemas a largo plazo.

  • Pulmones. La sarcoidosis pulmonar que no se trata puede derivar en formación de cicatrices en los pulmones que duran para siempre. Esta formación de cicatrices se conoce como fibrosis pulmonar. La fibrosis pulmonar dificulta la respiración y, a veces, causa hipertensión pulmonar.
  • Ojos. La inflamación puede afectar casi cualquier parte del ojo. Puede causar daño a la retina, lo que con el tiempo puede afectar la visión. La sarcoidosis puede causar cataratas y glaucoma.
  • Riñones. La sarcoidosis puede afectar la forma en que el cuerpo administra el calcio. La sarcoidosis puede tener como resultado un exceso de calcio en el torrente sanguíneo, una afección conocida como hipercalcemia. Esto puede derivar en cálculos renales y afectar el funcionamiento de los riñones. En pocas ocasiones, puede ocurrir enfermedad renal a largo plazo.
  • Corazón. La sarcoidosis cardíaca causa la formación de granulomas en el corazón. Estos pueden causar problemas con el ritmo cardíaco, el flujo sanguíneo y la funcionalidad cardíaca. Rara vez, la sarcoidosis causa problemas cardíacos que pueden ocasionar la muerte.
  • Sistema nervioso. Algunas personas con sarcoidosis desarrollan problemas relacionados con el sistema nervioso central. Esto ocurre cuando los granulomas se forman en los nervios, el cerebro y la médula espinal. Por ejemplo, los granulomas en los nervios faciales pueden causar parálisis de los músculos faciales.

Diagnóstico

La sarcoidosis puede ser difícil de diagnosticar porque es posible que no haya muchos síntomas en las etapas tempranas. Cuando se manifiestan los síntomas, estos pueden ser muy similares a los de otras afecciones.

El profesional de atención médica te hará un examen físico y hablará contigo sobre tus síntomas y posibles factores de riesgo. El profesional de atención médica también te escuchará el corazón y los pulmones, revisará los ganglios linfáticos en busca de hinchazón y observará cualquier lesión en la piel.

No existen pruebas específicas para diagnosticar la sarcoidosis. Las pruebas pueden ayudar a descartar otras afecciones y mostrar qué sistemas del cuerpo pueden verse afectados por la sarcoidosis. Por ejemplo, es posible que te hagan lo siguiente:

  • Análisis de sangre y orina para verificar la salud general y el funcionamiento de los riñones y el hígado
  • Radiografía de pecho para examinar los pulmones y el corazón
  • Tomografía computarizada (TC) del tórax para examinar los pulmones
  • Estudios de la función pulmonar, también conocidos como pruebas de la funcionalidad pulmonar, para medir cuánto aire puedes inhalar y exhalar y cuánto oxígeno envían los pulmones a la sangre
  • Electrocardiografía (ECG) y ecocardiograma para verificar si hay problemas cardíacos y examinar la salud del corazón
  • Examen ocular para verificar si hay problemas en la vista que puedan ser causados por la sarcoidosis
  • Exploración por tomografía por emisión de positrones (PET) o imágenes por resonancia magnética (RM) si la sarcoidosis parece estar afectando el corazón o el sistema nervioso central

Puede que se necesiten otras pruebas.

Biopsia

Es posible que el profesional de atención médica tome una pequeña muestra de tejido, conocida como biopsia. La muestra se toma de cualquier parte del cuerpo que pueda estar afectada por la sarcoidosis. La muestra se utiliza para buscar los granulomas que se observan comúnmente en esta afección. Por ejemplo, las biopsias pueden tomarse de la piel, los pulmones y los ganglios linfáticos.

Tratamiento

No hay cura para la sarcoidosis, pero con frecuencia desaparece por sí sola. Es posible que no necesites tratamiento si no tienes síntomas o solo tienes síntomas leves. Si necesitas tratamiento, el tipo dependerá de la gravedad de tus síntomas y de qué órganos estén afectados. El tratamiento puede disminuir la respuesta del sistema inmunitario del cuerpo y la inflamación.

Medicamentos

Si tus síntomas son graves o los órganos afectados no están funcionando correctamente, es posible que necesites medicamentos. Entre ellos se pueden incluir:

  • Corticoides. Estos poderosos medicamentos disminuyen la inflamación. Por lo general, son el primer tratamiento que se prueba para la sarcoidosis. El medicamento se puede administrar en forma de pastillas o inyecciones. En algunos casos, los corticosteroides se pueden aplicar directamente sobre el área afectada. Ejemplos de este tipo de medicamentos incluyen cremas para aplicar en lesiones cutáneas o erupciones, medicamentos inhalados hacia los pulmones mediante un inhalador y gotas para aplicar en los ojos.
  • Medicamentos que disminuyen la respuesta del sistema inmunitario. Medicamentos como el metotrexato (Trexall) y la azatioprina (Azasan, Imuran) disminuyen la inflamación mediante la reducción de la respuesta del sistema inmunitario a un desencadenante.
  • Hidroxicloroquina. La hidroxicloroquina (Plaquenil) puede ser útil para las lesiones de la piel y para los niveles altos de calcio en la sangre.
  • Inhibidores del factor de necrosis tumoral alfa. Estos medicamentos se usan comúnmente para tratar la inflamación de la artritis reumatoide. También pueden ser útiles para tratar la sarcoidosis que no responde a otros tratamientos.

Se pueden usar otros medicamentos para tratar síntomas específicos o complicaciones.

Otros tratamientos

Según los síntomas o las complicaciones, es posible que necesites otros tratamientos. Por ejemplo, estos son algunos tratamientos:

  • Fisioterapia para disminuir la fatiga y fortalecer músculos
  • Rehabilitación pulmonar para a mejorar la función respiratoria y hacer más ejercicios
  • Marcapasos cardíaco y desfibrilador implantables para problemas del ritmo cardíaco

Para algunas personas el trasplante de órgano puede ser una opción si la sarcoidosis daña gravemente los pulmones, el corazón o el hígado.

Controles continuos

El profesional de atención médica te verá con la frecuencia que dicten tus síntomas y tu tratamiento. Ver al profesional de atención médica con regularidad es importante, aunque no necesites tratamiento.

El profesional de atención médica controla tus síntomas para ver si requieren tratamiento, si los tratamientos están funcionando y si tienes complicaciones. El control incluirá pruebas periódicas que dependerán de tu afección. Por ejemplo, te podrán hacer con regularidad radiografías del tórax, análisis de sangre y orina, electrocardiogramas y exámenes de los pulmones, los ojos, la piel y otros órganos. Probablemente, la atención de seguimiento sea para toda la vida.

Estilo de vida y remedios caseros

Junto con el tratamiento, estas medidas de autocuidado pueden ser útiles:

  • Sigue tu plan de tratamiento. Incluso si ya te empiezas a sentir mejor, no dejes de tomar los medicamentos sin consultar a un profesional de atención médica. Respeta todas las citas de seguimiento. Infórmale al profesional de atención médica si aparecen nuevos síntomas o si empeoran.
  • Toma decisiones para un estilo de vida saludable. Estas decisiones pueden ser tener una dieta saludable, trabajar para lograr y mantener un peso saludable, controlar el estrés y descansar lo suficiente.
  • Haz actividad física de manera regular. Hacer actividad física o ejercicios con regularidad puede mejorar tu estado de ánimo, fortalecer los músculos y ayudarte a aliviar la fatiga que dificulta tus actividades cotidianas.
  • Evita los irritantes pulmonares. En la mayor medida posible, evita el humo, el polvo, las sustancias químicas y otras sustancias que irriten los pulmones. Si fumas, habla con el profesional de atención médica sobre las formas para dejar este hábito.

Estrategias de afrontamiento, y apoyo

Aunque la sarcoidosis puede desaparecer por sí sola, para algunas personas la vida cambia para siempre debido a la afección. Si te resulta difícil lidiar con estos cambios, habla con un consejero u otro profesional de la salud mental. Unirte a un grupo de apoyo para la sarcoidosis también puede ser útil.

Preparación antes de la cita

Como la sarcoidosis suele afectar los pulmones, es posible que se te remita a un neumólogo, que es un especialista en pulmones, para que controle tu atención médica. Además, podrás consultar a otros especialistas. Pedir a un familiar o a un amigo que te acompañe puede ser de ayuda para recordar la información.

Qué puedes hacer

Los siguientes consejos te ayudarán a preparar para la cita y a saber qué esperar de tu profesional de atención médica.

Antes de la cita, prepara una lista de lo siguiente:

  • Tus síntomas, incluso cuándo comenzaron y si estos han cambiado o empeorado con el tiempo.
  • Todos los medicamentos, vitaminas, plantas aromáticas u otros suplementos que tomas. Incluye las dosis.
  • Información médica crucial, como otras afecciones médicas que tengas.
  • Preguntas para hacerle al profesional de atención médica

Estas son algunas preguntas que puedes hacer:

  • ¿Cuál es la causa más probable de mis síntomas?
  • ¿Qué tipo de pruebas deben hacerme? ¿Debo hacer algo especial para prepararme para estas pruebas?
  • ¿Cómo podría afectarme esta enfermedad?
  • ¿Qué tratamientos hay disponibles? ¿Cuál me recomienda?
  • ¿Tomaré medicamentos que podrían ayudar?
  • ¿Durante cuánto tiempo tendré que tomar medicamentos?
  • ¿Cuáles son algunos de los efectos secundarios de los medicamentos que recomienda?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas afecciones?
  • ¿Qué puedo hacer para ayudarme a mí mismo?
  • ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme?
  • ¿Qué sitios web me recomienda para obtener información adicional?

No dudes en hacer otras preguntas que tengas durante la cita.

Qué esperar del médico

Es posible que el profesional de atención médica te pregunte:

  • ¿Qué tipos de síntomas tienes? ¿Cuándo empezaron?
  • ¿Hay algo que empeore los síntomas?
  • ¿Hay algo que mejore los síntomas?
  • ¿Alguien de tu familia tuvo alguna vez sarcoidosis?
  • ¿Qué enfermedades tienes ahora o has tenido en el pasado?
  • ¿Qué medicamentos o suplementos tomas?
  • ¿Has tenido trabajos o pasatiempos que incluyan la exposición a sustancias como productos químicos, gases o polvo?
  • ¿Has tenido alguna infección u otra enfermedad recientemente?

Prepárate para responder las preguntas a fin de tener más tiempo para hablar sobre los temas más importantes para ti.

Last Updated: July 2nd, 2025