Hipermetropía
¿Ves con claridad los objetos lejanos, pero se tornan borrosos cuando te acercas? Esta afección de la vista, llamada hipermetropía, se corrige fácilmente con lentes con receta médica.
Perspectiva general
La hipermetropía es una afección común de la vista en la que puedes ver claramente objetos distantes, pero los objetos cercanos pueden resultar borrosos.
Las personas con hipermetropía extrema pueden ver con claridad solo los objetos lejanos. Quienes tienen hipermetropía leve pueden ver con claridad objetos más cercanos.
La hipermetropía generalmente se manifiesta al nacer y suele ser hereditaria. Puedes corregir fácilmente la hipermetropía con anteojos o lentes de contacto. Otra opción de tratamiento es la cirugía.
Síntomas
Los síntomas de la hipermetropía incluyen los siguientes:
- Los objetos cercanos se ven borrosos.
- Debes entrecerrar los ojos para ver con claridad.
- Tienes la vista cansada, que incluye ardor en los ojos y dolor en los ojos o alrededor de estos.
- Tienes malestar general en los ojos o dolor de cabeza después de realizar tareas que exigen fijar la vista, como leer, escribir, trabajar en la computadora o dibujar, durante un tiempo.
Cuándo debes consultar con un médico
Si la hipermetropía es tan marcada que no puedes realizar una tarea de la forma en que lo deseas, o si la calidad de la vista te impide disfrutar de tus actividades, consulta con un oculista. Un oculista puede comprobar el grado de la hipermetropía y ofrecerte opciones para corregir la visión.
Debido a que no siempre es evidente que tienes problemas de vista, la American Academy of Ophthalmology (Academia Estadounidense de Oftalmología) recomienda el siguiente calendario de exámenes periódicos de la vista:
Adultos
Si tienes más riesgo para enfermedades oculares, como glaucoma, te deben hacer un examen ocular con dilatación de pupila cada 1 o 2 años desde los 40 años de edad.
Si no usas anteojos ni lentes de contacto, no tienes síntomas de problemas en los ojos y corres un riesgo bajo de contraer enfermedades oculares, como glaucoma, te deben hacer un examen ocular con los siguientes intervalos.
- Primer examen a los 40
- Cada 2 a 4 años entre los 40 y los 54 años
- Cada 1 a 3 años entre los 55 y los 64 años
- Cada 1 o 2 años a partir de los 65 años
Si usas anteojos o lentes de contacto, o tienes una afección de salud que influye en la vista, como la diabetes, probablemente necesites un examen ocular periódicamente. Pregúntale al oculista con qué frecuencia debes programar las citas. Sin embargo, si notas algún problema en la vista, programa una cita con el oculista lo más pronto posible, aunque te hayan hecho un examen ocular recientemente. La visión borrosa, por ejemplo, puede ser una señal de que necesitas un cambio en tu graduación, o podría indicar la existencia de otro problema.
Niños y adolescentes
Los niños necesitan exámenes de detección para problemas oculares y controles de la vista con un pediatra, un oftalmólogo, un optometrista u otro profesional capacitado para detectar enfermedades en los ojos en las siguientes edades e intervalos.
- Deben comenzar desde recién nacidos y seguir durante las revisiones rutinarias.
- A los 3 años.
- Antes del primer grado y cada 1 a 2 años durante los años escolares, en los controles pediátricos, o durante la edad escolar o los exámenes de detección públicos.
Causas
Tu ojo es una estructura compleja y compacta que mide alrededor de 1 pulgada (2,5 centímetros) de diámetro. Recibe millones de datos acerca del mundo exterior, los cuales tu cerebro procesa con rapidez.
En la visión normal, una imagen se enfoca claramente sobre la superficie de la retina. Con hipermetropía, el punto de enfoque se encuentra detrás de la retina, lo que hace que los objetos cercanos aparezcan borrosos.
El ojo tiene dos partes encargadas de enfocar las imágenes:
- La córnea es la superficie transparente con forma de domo que está en la parte frontal del ojo.
- El cristalino es una estructura transparente del tamaño y la forma aproximadas de un dulce M&M.
En un ojo con forma normal, cada uno de estos elementos de enfoque tiene una curvatura perfectamente lisa, como aquella de una canica. Una córnea y un cristalino con dicha curvatura desvían (refractan) toda la luz entrante para obtener una imagen nítida enfocada directamente en la retina, ubicada en la parte trasera del ojo.
Defecto refractivo
Si la córnea o el cristalino no tienen una curvatura lisa y uniforme, los rayos de la luz no se refractan de forma adecuada, y tienes un error de refracción.
La hipermetropía sucede cuando el globo ocular es más corto de lo normal o la córnea no está lo suficientemente curvada. El efecto es lo contrario a la miopía.
Otros errores refractivos
Además de la hipermetropía, existen otros errores de refracción, como los siguientes:
- Miopía. Por lo general, la miopía ocurre cuando el globo ocular es más largo de lo normal o cuando la curvatura de la córnea es demasiado pronunciada. La luz se enfoca delante de la retina, y no precisamente en ella, lo que produce imágenes borrosas de objetos que están lejos.
- Astigmatismo. Esto ocurre cuando la córnea o el cristalino se curvan más pronunciadamente en una dirección que en otra. Si el astigmatismo no se corrige, la visión es borrosa.
Factores de riesgo
La hipermetropía puede ser hereditaria. Es más probable que tengas hipermetropía si otros familiares también la tienen.
Complicaciones
Entre las complicaciones que pueden acompañar a la hipermetropía se incluyen las siguientes:
- Ojos bizcos. Algunos niños con hipermetropía pueden tener ojos bizcos. Los anteojos especialmente diseñados para corregir parte o la totalidad de la hipermetropía pueden tratar esta afección.
- Menor calidad de vida. Si la hipermetropía no se corrige, quizá no seas capaz de realizar una tarea de la forma en que lo deseas. Además, la visión limitada puede impedirte disfrutar de las actividades diarias.
- Fatiga ocular. Si la hipermetropía no se corrige, puede hacer que entrecierres los ojos o puede causar tensión en los ojos para mantener el enfoque. Esto puede derivar en fatiga ocular y dolores de cabeza.
- Seguridad comprometida. Es posible que tu propia seguridad y la de otros se vea amenazada si tienes un problema de visión que no corriges. Esto puede ser realmente grave si conduces un automóvil u operas maquinarias pesadas.
Diagnóstico
La hipermetropía se diagnostica a través de un examen ocular básico, que incluye una evaluación de la refracción y un examen de salud ocular.
Una evaluación de la refracción permite determinar si tienes problemas de visión, como miopía o hipermetropía, astigmatismo o presbicia. El oculista puede utilizar varios instrumentos y pedirte que mires a través de varios lentes para evaluar tu visión de cerca y de lejos.
El oculista probablemente te pondrá gotas en los ojos a fin de dilatar tus pupilas para el examen de salud ocular. Esto puede hacer que tus ojos estén más sensibles a la luz durante algunas horas después del examen. La dilatación le permite al médico obtener imágenes más amplias del interior de los ojos.
Tratamiento
El objetivo de tratar la hipermetropía es ayudar a centrar la luz en la retina a través del uso de lentes correctivos o cirugía refractiva.
Lentes con receta
En personas jóvenes, no siempre es necesario el tratamiento porque el cristalino del ojo es lo suficientemente flexible para compensar la afección. Con la edad, el cristalino pierde flexibilidad. Con el tiempo, es posible que necesites lentes con receta médica para mejorar la miopía.
Los lentes con receta médica tratan la hipermetropía al contrarrestar la curvatura disminuida de la córnea o la longitud menor del ojo. Algunos de los tipos de lentes con receta médica son los siguientes:
- Anteojos. Esta es una manera simple y segura de mejorar la visión causada por la hipermetropía. La variedad de lentes para anteojos es amplia. Hay lentes monofocales, bifocales, trifocales y multifocales progresivos.
- Lentes de contacto. Estos lentes se colocan en los ojos. Están disponibles en una variedad de materiales y diseños, incluidos blandos y rígidos, gas permeable en combinación con diseños esféricos, tóricos, multifocales y monovisión. Pregúntale al oculista cuáles son las ventajas y las desventajas de los lentes de contacto y cuál es la mejor opción para ti.
Cirugía refractaria
Aunque la mayoría de los procedimientos quirúrgicos refractarios se emplean para tratar la miopía, también se pueden utilizar para el tratamiento de la hipermetropía de leve a moderada. Estos tratamientos quirúrgicos dan una nueva forma a la curvatura de la córnea para corregir la hipermetropía. Los métodos de cirugía refractaria incluyen los siguientes:
- Queratomileusis in situ con láser (cirugía LASIK). Con este procedimiento, el cirujano ocular crea un colgajo articulado delgado en la córnea. Luego, el cirujano utiliza un láser para ajustar la curvatura de la córnea y corregir la hipermetropía. La recuperación posterior a la cirugía LASIK suele ser más rápida y ocasiona menos malestar que las otras cirugías de córnea.
- Queratectomía fotorrefractiva. En el procedimiento de queratectomía fotorrefractiva, se elimina el epitelio, que es la capa protectora externa de la córnea. Luego, se utiliza un láser para remodelar la córnea. No se vuelve a colocar el epitelio, sino que crece de nuevo de forma natural y de acuerdo con la nueva forma de la córnea.
Consulta con el oculista sobre los posibles efectos secundarios de la cirugía refractaria.
Estilo de vida y remedios caseros
La hipermetropía no se puede prevenir, pero hay cosas que se pueden hacer para proteger los ojos y la vista si sigues estos consejos:
- Asiste a exámenes oculares. Hazlo de manera periódica, aunque veas bien.
- Controla tus afecciones de salud. Algunas afecciones, como la diabetes y la presión arterial alta, pueden influir en la vista si no se tratan.
- Protege los ojos del sol. Usa anteojos de sol que bloqueen la radiación ultravioleta (UV).
- Previene las lesiones oculares. Usa anteojos de protección cuando realices determinadas actividades, como practicar deportes, cortar el césped, pintar o utilizar otros productos que despidan gases tóxicos.
- Come alimentos saludables. Trata de consumir muchas hortalizas de hoja verde, otras verduras y frutas. Además, hay estudios que indican que los ojos se benefician si también incluyes en la alimentación pescados ricos en ácidos grasos omega-3, como el atún y el salmón.
- No fumes. Como sucede con el resto del cuerpo, el hábito de fumar puede afectar negativamente la salud ocular.
- Usa los lentes correctivos adecuados. Los lentes correctos optimizarán tu vista. Si te hacen exámenes periódicos, te asegurarás de tener una prescripción actualizada.
- Utiliza una buena iluminación. Prende o aumenta la intensidad de las luces para ver mejor.
- Reduce la fatiga ocular. Quita la vista de la computadora o de los objetos cercanos, lo que incluye dejar de leer, durante 20 segundos cada 20 minutos y mirar objetos que estén a unos 20 pies (6 metros) de distancia.
Consulta con un profesional de atención médica de inmediato si tienes alguno de estos síntomas: pérdida repentina de la vista en un ojo con o sin dolor; visión nublada o borrosa repentina; visión doble; o destellos visuales de luz, puntos negros o halos alrededor de las luces. Esto puede significar que tienes una afección médica u ocular grave.
Preparación antes de la cita
Hay tres tipos de especialistas para varias afecciones de los ojos:
- Oftalmólogo. Un oftalmólogo es un especialista en los ojos con un doctorado en Medicina o en Osteopatía que realizó una residencia. Los oftalmólogos están capacitados para realizar exámenes oculares completos, recetar lentes correctivos, diagnosticar y tratar afecciones oculares comunes y complejas, y realizar cirugías oculares.
- Optometrista. Un optometrista tiene un doctorado en Optometría. Los optometristas están capacitados para llevar a cabo exámenes oculares completos, recetar lentes correctivos, y diagnosticar y tratar afecciones visuales comunes.
- Óptico. Un óptico es un especialista que ayuda a ajustar anteojos o lentes de contacto con las recetas médicas que dan los oftalmólogos y optometristas. En algunos estados, los ópticos deben estar matriculados. Los ópticos no están capacitados para diagnosticar ni tratar enfermedades oculares.
A continuación, encontrarás información que ayudará a preparar para la cita.
Lo que puedes hacer
- Si ya usas anteojos, llévalos a la cita. El oculista tiene un dispositivo que puede determinar el tipo de anteojo con receta médica que tienes. Si usas lentes de contacto, lleva una caja vacía de cada tipo de lentes de contacto que usas.
- Infórmale a tu oculista los síntomas que tienes, como problemas para leer de cerca o dificultad para conducir de noche, y cuándo comenzaron.
- Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y otros suplementos que tomes, con sus dosis.
- Prepara una lista de preguntas para hacerle al oculista.
En el caso de la hipermetropía, puedes hacerle las siguientes preguntas al oculista:
- ¿Cuándo debo comenzar a usar lentes correctivos?
- ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de usar anteojos?
- ¿Cuáles son las ventajas y desventajas de usar lentes de contacto?
- ¿Con qué frecuencia deben examinarme los ojos?
- ¿Son una opción para mí los tratamientos más permanentes, como la cirugía ocular?
- ¿Hay folletos u otro material impreso que pueda llevarme?
- ¿Qué sitios web me recomienda?
Qué esperar de tu médico
Es probable que el médico te haga preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuán fuertes son los síntomas?
- ¿Mejora tu visión si entrecierras los ojos o mueves los objetos más cerca o más lejos?
- ¿Hay otras personas en tu familia que usen lentes correctivos? ¿Sabes qué edad tenían cuando empezaron a tener problemas de visión?
- ¿Cuándo comenzaste a usar anteojos o lentes de contacto?
- ¿Tienes alguna afección médica grave, como diabetes?
- ¿Has empezado a tomar nuevos medicamentos, suplementos o preparados de hierbas?
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