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Influenza (gripe)

Obtén más información sobre los síntomas, las causas y la prevención de esta infección vírica potencialmente mortal que ataca al sistema respiratorio.

Perspectiva general

La gripe, también llamada influenza, es una infección de la nariz, la garganta y los pulmones, que son parte del sistema respiratorio. La gripe es causada por un virus. Los virus de la influenza son diferentes de los virus de la gastroenteritis viral, que causan diarrea y vómitos.

La mayoría de las personas que tienen gripe mejoran por su cuenta. Pero a veces esta enfermedad y sus complicaciones pueden ser mortales. Para protegerse contra la influenza estacional, puedes recibir la vacuna contra la influenza anualmente. Aunque la vacuna no tiene una eficacia del 100 %, reduce las posibilidades de tener complicaciones graves por la infección. Esto es importante para personas con alto riesgo de tener complicaciones por la gripe.

Además de la vacuna, puedes tomar otras medidas para prevenir la infección por gripe. Puedes limpiar y desinfectar superficies, lavarte las manos y mantener en movimiento el aire que te rodea.

Síntomas

Los virus que causan la gripe se contagian con mayor facilidad durante ciertas épocas del año en los hemisferios norte y sur. Se denominan temporadas de gripe. En América del Norte, esta temporada es entre octubre y mayo.

Los síntomas de la gripe como el dolor de garganta y la congestión o el goteo nasal son comunes. También pueden aparecer los mismos síntomas con otras enfermedades, como un resfriado. La diferencia es que el resfriado tiende a comenzar de a poco, mientras que la gripe aparece con rapidez, dos o tres días después de entrar en contacto con el virus. Y aunque un resfriado puede ser una molestia, generalmente te sientes mucho peor con la gripe.

Otros síntomas comunes incluyen los siguientes:

  • Fiebre.
  • Tos.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolores musculares.
  • Mucho cansancio.
  • Escalofríos y sudoración.

En el caso de los niños, estos síntomas suelen aparecer en forma de actitudes quisquillosas o irritabilidad. Además, los niños son más propensos a sufrir dolor de oído, malestar estomacal, vómitos o diarrea junto con la gripe.

En algunos casos, las personas tienen dolor ocular, ojos acuosos o sensibilidad a la luz.

Cuándo debes consultar con un médico

La mayoría de las personas que contraen gripe pueden controlarla en casa y, a menudo, no necesitan acudir a un profesional de atención médica.

Si tienes síntomas de gripe y estás en riesgo de presentar complicaciones, visita de inmediato al profesional de atención médica. Comenzar a tomar medicamentos antivirales dentro de los dos días posteriores a la aparición de los síntomas puede reducir el tiempo de la enfermedad y ayudar a prevenir problemas más serios.

Si tienes síntomas de gripe que indiquen una emergencia, busca de inmediato atención médica. En adultos, los síntomas que indican una emergencia pueden incluir los siguientes:

  • Dificultad para respirar o falta de aliento.
  • Presión o dolor en el pecho.
  • Mareos constantes.
  • Dificultad para despertarse o confusión.
  • Deshidratación.
  • Convulsiones.
  • Empeoramiento de enfermedades preexistentes.
  • Gran debilidad o dolores musculares intensos.

En los niños, los síntomas que indican una emergencia incluyen todos los síntomas observados en los adultos, además de los siguientes:

  • Respiración acelerada o costillas que se contraen en cada inhalación.
  • Labios o lecho de las uñas de color azulado o grisáceo.
  • Ausencia de lágrimas al llorar y boca seca, además de la falta de deseo de orinar.
  • Síntomas, como fiebre o tos, que mejoran, pero luego regresan o empeoran.

Causas

La causa de la gripe es un virus. Estos virus viajan por el aire en gotitas cuando alguien que tiene la infección tose, estornuda o habla. Puedes inhalar las gotitas de forma directa. También puedes entrar en contacto con el virus mediante un objeto, como el teclado de una computadora y, luego, transferirlo a los ojos, la nariz o la boca.

Es posible contagiar a los demás aproximadamente desde el día anterior a que aparezcan los síntomas hasta cinco a siete días después de que comiencen. Esto se llama ser contagioso. Los niños y las personas con un sistema inmunitario debilitado quizás sean contagiosos por un tiempo un poco más largo.

Los virus de la gripe cambian constantemente y a menudo aparecen nuevas cepas.

La primera infección de gripe de una persona otorga protección a largo plazo contra otras cepas parecidas. Pero las vacunas anuales están fabricadas para coincidir con las cepas del virus de la gripe con mayor probabilidad de diseminarse esa temporada. La protección que ofrecen dichas vacunas dura meses en la mayoría de las personas.

Factores de riesgo

Hay una serie de factores que pueden aumentar el riesgo de contraer el virus de la gripe o de sufrir complicaciones derivadas de una infección gripal.

Mayor y menor edad

La influenza estacional tiende a tener peores resultados en niños pequeños, en particular en aquellos menores de 2 años. Los adultos mayores de 65 años también tienden a presentar peores resultados.

Condiciones de vida

Las personas que viven en centros con muchos otros residentes, como asilos de ancianos y convalecientes, tienen más probabilidad de contagiarse de gripe.

Sistema inmunitario debilitado

Un sistema inmunitario que no elimina rápidamente el virus de la gripe puede aumentar el riesgo de contraer gripe o de sufrir complicaciones derivadas de esa enfermedad. Las personas pueden tener una respuesta del sistema inmunitario debilitado desde el nacimiento, debido a una enfermedad, o debido al tratamiento de una enfermedad o a un medicamento.

Enfermedades crónicas

Las afecciones crónicas pueden aumentar el riesgo de tener complicaciones vinculadas a la gripe. Algunos ejemplos incluyen asma y otras enfermedades pulmonares, diabetes, enfermedades cardíacas y del sistema nervioso, antecedentes médicos de accidente cerebrovascular, trastornos metabólicos, problemas en las vías respiratorias y enfermedades de los riñones, el hígado o de la sangre.

Raza o grupo étnico

En Estados Unidos, los indios americanos, los nativos de Alaska, las personas de piel negra y los latinoamericanos posiblemente tengan más riesgo de requerir hospitalización para recibir atención médica debido a la gripe.

Tratamiento con aspirina

Los jóvenes en tratamiento prolongado con aspirina corren el riesgo de desarrollar el síndrome de Reye si se infectan con el virus de la gripe.

Embarazo

Las personas que están cursando un embarazo tienen más probabilidad de presentar complicaciones a raíz de la gripe, particularmente en el segundo y tercer trimestre.

Obesidad

Las personas con un índice de masa corporal (IMC) de 40 o superior tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones por la gripe.

Complicaciones

Si eres joven y estás sano, la gripe generalmente no es grave. Aunque quizás te sientas muy mal mientras la tienes, la gripe generalmente desaparece en una semana o dos sin efectos duraderos.

Sin embargo, las personas con riesgo alto pueden desarrollar otros problemas de salud después de la gripe, que se consideran complicaciones.

Tener otra infección puede ser una complicación de la gripe. Esto incluye enfermedades, como crup, o infecciones de los senos paranasales o de oído. Las infecciones pulmonares también se consideran una complicación. Es posible que aparezca una infección del músculo cardíaco o el revestimiento cardíaco después de tener gripe. Y, en algunos casos, puede haber una infección en el sistema nervioso central.

Otras complicaciones pueden comprender lo siguiente:

  • Síndrome de insuficiencia respiratoria aguda.
  • Daño muscular, conocido como rabdomiólisis, o miositis, que es la hinchazón muscular.
  • Síndrome de estado de choque tóxico.
  • Empeoramiento de una enfermedad crónica, como asma o enfermedad renal.

Prevención

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos recomiendan que todas las personas a partir de los 6 meses que no tengan motivo médico para no hacerlo reciban anualmente la vacuna contra la gripe.

Recibir la vacuna antigripal disminuye:

  • El riesgo de contraer gripe. Si se administra más tarde en el embarazo, la vacuna contra la gripe también ayuda a proteger al recién nacido de la gripe.
  • El riesgo de tener enfermedades graves por la gripe y de necesitar hospitalización.
  • El riesgo de morir por la gripe.

Las vacunas contra la influenza estacional 2024-2025 brindan protección contra tres virus de la influenza que los investigadores esperan que sean los más comunes durante esta temporada de gripe.

La vacuna está disponible en forma de inyección, de inyector a chorro y de atomizador nasal.

Para los niños mayores y los adultos, la vacuna contra la gripe generalmente se administra en un músculo del brazo. Los niños más pequeños pueden recibir la vacuna contra la gripe en un músculo del muslo.

Si eres un adulto menor de 65 años, puedes optar por recibir la vacuna con un inyector a chorro. En lugar de una aguja, este dispositivo usa un flujo estrecho de líquido a alta presión para atravesar la piel.

El atomizador nasal está aprobado para personas de 2 a 49 años. No se recomienda en algunos grupos, como los siguientes:

  • Personas que tuvieron una reacción alérgica grave a la vacuna contra la gripe en el pasado
  • Personas embarazadas
  • Personas jóvenes que toman aspirina o medicamentos que contienen salicilatos
  • Personas con el sistema inmunitario debilitado y personas que son cuidadores o contactos estrechos de personas con sistemas inmunitarios debilitados
  • Niños de 2 a 4 años que hayan recibido un diagnóstico de asma o sibilancia en los últimos 12 meses
  • Personas que recibieron, recientemente, un medicamento antivírico para la gripe
  • Personas con una fuga de líquido cefalorraquídeo o la posibilidad de una fuga, como ocurre con un implante de cóclea

Habla con el equipo de atención médica para saber si debes tener alguna precaución con la vacuna contra la gripe en atomizador nasal. Si puedes recibir la vacuna contra la gripe en forma de atomizador nasal, tal vez puedas hacerlo tú mismo o dársela a un niño elegible sin necesidad de ver a un profesional de atención médica.

También existen vacunas denominadas vacunas contra la gripe de dosis alta o adyuvadas. Estas vacunas pueden ayudar a algunas personas a evitar la necesidad de recibir atención médica hospitalaria debido a la influenza. Las personas mayores de 65 años pueden recibir estas vacunas. Estas vacunas también se recomiendan para personas de 18 años o más que hayan recibido un trasplante de órgano sólido y tomen medicamentos para debilitar su respuesta inmunitaria.

Puedes recibir la vacuna contra la gripe si tienes alergia al huevo.

La primera vez que los niños de entre 6 meses y 8 años reciben una vacuna contra la gripe, es posible que necesiten dos dosis, administradas con al menos cuatro semanas de diferencia. Después pueden recibir la dosis anual única de esta vacuna. Consulta con el profesional de atención médica de tu hijo.

Además, consulta con tu equipo de atención médica antes de recibir la vacuna contra la gripe si anteriormente tuviste una reacción grave a este tipo de vacuna. Las personas que han tenido el síndrome de Guillain-Barré también deben consultar a un profesional de atención médica antes de recibir la vacuna contra la gripe. Y si te sientes enfermo cuando vayas a recibir la vacuna, consulta con tu equipo de atención médica para saber si deberías retrasar la vacunación.

Controlar la propagación del contagio

La vacuna contra la gripe no es 100 % eficaz. Por lo tanto, es importante tomar medidas para reducir el riesgo de diseminación de la infección, incluido lo siguiente:

  • Lávate las manos. Lávate las manos muy bien y de manera frecuente con agua y jabón durante al menos 20 segundos. Si no dispones de agua ni jabón, utiliza un desinfectante de manos a base de alcohol que tenga por lo menos un 60 % de alcohol. Asegúrate de que los amigos y familiares con los que estás con frecuencia, en especial niños, conozcan la importancia del lavado de manos.
  • Evita tocarte la cara. Mantener las manos alejadas de los ojos, la nariz y la boca ayuda a mantener los gérmenes lejos de esas zonas.
  • Cúbrete la boca al toser y estornudar. Tose o estornuda en un pañuelo desechable o en el codo. Luego lávate las manos.
  • Limpia las superficies. Limpia regularmente las superficies que se tocan con frecuencia para prevenir la trasmisión de la infección por tocar una superficie con el virus y luego la cara.
  • Evita las multitudes. La gripe se contagia fácilmente en lugares donde hay congregación de gente, en centros de cuidado para niños, institutos, edificios con oficinas, auditorios y transporte público. Al evitar las multitudes cuando la temporada de gripe está en su punto máximo, disminuyes la probabilidad de infectarte.

Evita el contacto con cualquier persona que esté enferma.

Si estás enfermo, permanece en tu casa, hasta que te sientas mejor y no hayas tenido fiebre durante 24 horas completas, y no hayas tomado medicamentos para la fiebre durante ese tiempo. Si vuelves a tener fiebre o comienzas a sentirte peor, mantente alejado de los demás hasta que tus síntomas mejoren y hayas estado sin fiebre y sin medicamentos durante 24 horas. Al hacerlo, reducirás las posibilidades de infectar a otras personas.

Diagnóstico

Para diagnosticar la gripe, también conocida como influenza, el profesional de atención médica realiza un examen físico, busca síntomas de la gripe y posiblemente ordena una prueba que detecte los virus de la gripe.

Los virus que causan la gripe se contagian en niveles altos durante ciertas épocas del año en los hemisferios norte y sur. Estas son las temporadas de gripe. Durante los períodos en que hay muchos casos de gripe, quizá no sea necesaria una prueba.

Sin embargo, se puede sugerir una prueba para la detección de la gripe como ayuda para orientar tu atención médica o para saber si podrías contagiar el virus a otras personas. La prueba se puede realizar en la farmacia, en el consultorio de un profesional de atención médica o en el hospital. Para personas de 2 años en adelante, es posible que esté disponible una prueba que se puede realizar en casa. Si usas una prueba en casa, informa a los resultados al profesional de atención médica. Es posible que necesites confirmar los resultados, ya sean positivos o negativos, con una prueba realizada por tu equipo de atención médica.

Los tipos de pruebas para detectar la gripe que te pueden hacer incluyen las siguientes:

  • Prueba molecular. Estas pruebas buscan material genético del virus de la gripe. Las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR) son pruebas moleculares. También puedes escuchar hablar de un tipo de prueba que se conoce como prueba de amplificación de ácido nucleico.
  • Prueba de antígenos. Estas pruebas buscan proteínas virales conocidas como antígenos. Las pruebas rápidas de diagnóstico de la gripe son un ejemplo de pruebas de antígenos.

Es posible que te hagan una prueba para diagnosticar tanto la gripe como otras enfermedades respiratorias, como la COVID-19, que significa enfermedad por coronavirus 2019. Es posible tener COVID-19 y gripe al mismo tiempo.

Tratamiento

Si tienes una infección grave o presentas un mayor riesgo para complicaciones de una infección por gripe, el profesional de atención médica quizás te recete un medicamento antiviral para tratar la gripe. Estos medicamentos pueden ser oseltamivir (Tamiflu), baloxavir (Xofluza) y zanamivir (Relenza).

El oseltamivir y el baloxavir se administran por vía oral. El zanamivir se inhala a través de un dispositivo similar a un inhalador para el asma. Ninguna persona que padezca determinados problemas respiratorios crónicos, como asma y enfermedades pulmonares, debe usar zanamivir.

A las personas hospitalizadas se les puede recetar peramivir (Rapivab), que se administra por vía intravenosa.

Estos medicamentos pueden reducir la duración de la enfermedad en un día y ayudar a prevenir complicaciones graves.

Los medicamentos antivirales pueden causar efectos secundarios, que suelen estar enumerados en la información de la receta médica. Por lo general, los efectos secundarios de los medicamentos antivirales incluyen síntomas respiratorios, náuseas, vómitos o disposiciones blandas, conocidas como diarrea.

Estilo de vida y remedios caseros

Si tienes gripe, las siguientes medidas pueden ayudar a aliviar los síntomas:

  • Bebe mucho líquido. Toma agua, jugo y sopa tibia para mantener un buen nivel de líquido en el cuerpo.
  • Descansa. Duerme más para ayudar al sistema inmunitario a combatir la infección. Quizás tengas que cambiar tu nivel de actividad, dependiendo de los síntomas.
  • Considera la posibilidad de tomar medicamentos para aliviar el dolor. Toma acetaminofén (Tylenol u otros) o ibuprofeno (Advil, Motrin IB u otros) para la fiebre, el dolor de cabeza y los dolores que se relacionan con la gripe. Los niños y los adolescentes que se están recuperando de síntomas similares a los de la gripe nunca deben tomar aspirina debido al riesgo para el síndrome de Reye, que es una afección poco frecuente, pero posiblemente mortal.

Para ayudar a controlar el contagio de la gripe en tu comunidad, quédate en casa y procura que los niños que estén enfermos también lo hagan hasta que la fiebre haya desaparecido por 24 horas sin tomar medicamentos. A menos que tengas una cita médica, evita estar cerca de otras personas hasta que te sientas mejor. Si tienes que salir de casa para recibir atención médica, ponte una mascarilla. Lávate las manos con frecuencia.

Last Updated: October 22nd, 2025