La repetición constante de un movimiento puede lesionar los músculos; los nervios; los tejidos que conectan los huesos entre sí, también conocidos como ligamentos; y los cordones que conectan los músculos a los huesos, también conocidos como tendones. Estos tipos de lesiones suelen ser el resultado de una sobrecarga o un movimiento realizado de forma incorrecta. Son más comunes con la edad.
Entre los síntomas se pueden incluir dolor, sensibilidad, hinchazón o rigidez en la zona afectada.
El reposo, los analgésicos, la fisioterapia y posiblemente la cirugía pueden ayudar a sanar una lesión por esfuerzo repetitivo. Mejorar la forma podría ayudar a prevenir una nueva lesión.