Peritonitis
Infórmate sobre las causas, los síntomas y el tratamiento de la peritonitis.
Perspectiva general
La peritonitis es una afección grave que comienza en el abdomen. Esta es la zona del cuerpo que se encuentra entre el pecho y la pelvis. La peritonitis se produce cuando se inflama la capa delgada de tejido que recubre el interior del abdomen. Esta capa de tejido se denomina peritoneo. Por lo general, la peritonitis es producto de una infección provocada por bacterias u hongos.
Hay dos tipos de peritonitis:
- Peritonitis bacteriana espontánea. Esta infección es causada por una bacteria. Puede presentarse cuando la persona tiene una enfermedad hepática, como cirrosis, o enfermedad renal.
- Peritonitis secundaria. La peritonitis puede deberse a un orificio, también denominado rotura, dentro de un órgano del abdomen. O bien, puede ser causada por otras enfermedades.
Es importante recibir tratamiento rápido en caso de peritonitis. Los proveedores de atención médica tienen maneras de eliminar la infección. También pueden tratar el problema médico que la haya provocado. El tratamiento de la peritonitis suele incluir el uso de medicamentos, llamados antibióticos, para tratar las infecciones causadas por bacterias. Algunas personas con peritonitis deben someterse a una cirugía. Si no recibes tratamiento, la peritonitis puede derivar en una infección grave que se disemina por todo el cuerpo. Esta infección puede ser mortal.
Una causa frecuente de peritonitis es un tratamiento para la insuficiencia renal denominado diálisis peritoneal. Este tratamiento ayuda a eliminar los desechos de la sangre cuando los riñones tienen problemas para cumplir esta función. Si te sometes a diálisis peritoneal, puedes prevenir la peritonitis si adoptas buenas prácticas de higiene antes, durante y después de la diálisis. Por ejemplo, es importante lavarse las manos y limpiar la piel que rodea el catéter.
Síntomas
Los síntomas de la peritonitis incluyen los siguientes:
- Dolor o sensibilidad abdominal.
- Hinchazón o sensación de llenura en el abdomen.
- Fiebre.
- Malestar estomacal y vómitos.
- Pérdida del apetito.
- Diarrea.
- Disminución de la orina.
- Sed.
- Incapacidad de defecar o expulsar gases.
- Cansancio.
- Confusión.
Si recibes diálisis peritoneal, los síntomas de la peritonitis también pueden incluir los siguientes:
- Líquido de diálisis turbio.
- Motas blancas, filamentos o grumos, que se conocen como fibrina, en el líquido de diálisis.
Cuándo debes ver a un médico
La peritonitis puede poner en riesgo la vida si no se trata de inmediato. Llama al proveedor de atención médica de inmediato si tienes sensibilidad o dolor intensos en el abdomen, hinchazón abdominal o una sensación de pesadez junto con lo siguiente:
- Fiebre
- Malestar estomacal y vómitos
- Disminución de la orina
- Sed
- Incapacidad de defecar o expulsar gases
Si estás recibiendo diálisis peritoneal, llama al proveedor de atención médica de inmediato si el líquido de diálisis:
- Está turbio o tiene un color inusual.
- Tiene manchas blancas.
- Tiene hebras o grumos.
- Tiene un olor inusual, especialmente si el área alrededor del catéter cambia de color o duele.
La peritonitis también puede ocurrir por una perforación del apéndice o una lesión grave en el abdomen.
- Busca de inmediato ayuda médica si tienes dolor abdominal intenso. El dolor puede ser tan intenso que no puedes permanecer sentado ni encontrar una posición cómoda.
- Llama al 911 o busca atención médica de emergencia si tienes dolor abdominal intenso después de un accidente o una lesión.
Causas
La infección en el peritoneo suele ser resultado de un orificio en un órgano del abdomen, como el estómago y el colon. El orificio también se llama rotura. Es poco frecuente que la peritonitis tenga otras causas.
Estas son algunas de las causas frecuentes de un orificio que provoca la peritonitis:
- Procedimientos médicos.
- En la diálisis peritoneal, se utilizan sondas, también llamadas catéteres, para eliminar los desechos de la sangre. Durante la diálisis peritoneal, se puede producir una infección si la sala de tratamiento está sucia, si no hay buena higiene o si los equipos están contaminados.
- La peritonitis también se puede producir después de una cirugía digestiva.
- El uso de sondas de alimentación puede llevar a una peritonitis.
- La peritonitis se puede producir después de extraer líquido del abdomen, por ejemplo, en el caso de la ascitis por una enfermedad hepática.
- En raras ocasiones, puede ser una complicación de un examen para observar el interior del recto y del colon, llamado colonoscopia.
- La peritonitis se puede producir después de un procedimiento para observar el tracto digestivo, llamado endoscopia. Esto también es poco frecuente.
- Rotura del apéndice, úlcera estomacal o agujero en el colon. Cualquiera de estas afecciones puede hacer que ingresen bacterias al peritoneo a través de una aperturaen el tracto digestivo.
- Pancreatitis. Es la inflamación del páncreas, que es una glándula en el abdomen. Si tienes pancreatitis y contraes una infección, las bacterias se pueden diseminar fuera del páncreas. Esto puede llevar a una peritonitis.
- Diverticulitis. Es una infección de pequeñas bolsas abultadas en el tracto digestivo que puede causar peritonitis. Esto puede ocurrir si una de las bolsas se rompe y los desechos pasan del intestino al abdomen.
- Traumatismo. Las lesiones pueden causar peritonitis. Pueden hacer que las bacterias y las sustancias químicas de otras partes del cuerpo ingresen al peritoneo.
La peritonitis que se produce sin una apertura ni un desgarro se conoce como peritonitis bacteriana espontánea. Suele ser una complicación de una enfermedad hepática, como la cirrosis. La cirrosis avanzada causa mucha acumulación de líquido en el abdomen, lo cual puede llevar a una infección bacteriana.
Factores de riesgo
Estos son algunos factores que aumentan el riesgo de tener peritonitis:
- Diálisis peritoneal. La peritonitis puede presentarse en las personas que reciben este tratamiento.
- Otras enfermedades. Estas son algunas afecciones que aumentan el riesgo de tener peritonitis:
- Cirrosis del hígado
- Apendicitis
- Úlceras estomacales
- Diverticulitis
- Enfermedad de Crohn
- Pancreatitis
- Antecedentes de peritonitis. Si ya has tenido peritonitis, el riesgo de que ocurra de nuevo puede ser mayor que en el caso de alguien que nunca la tuvo.
Complicaciones
Sin tratamiento, la peritonitis puede causar una infección de todo el cuerpo que se llama septicemia. La septicemia es muy peligrosa. Puede causar shock, insuficiencia de los órganos y la muerte.
Prevención
La peritonitis asociada con la diálisis peritoneal suele deberse a los gérmenes que se encuentran alrededor del catéter. Si te sometes a diálisis peritoneal, toma estas medidas para evitar la peritonitis:
- Lávate las manos antes de tocar el catéter. Limpia también debajo de las uñas y entre los dedos.
- Limpia la piel que está alrededor del catéter con un producto antiséptico todos los días.
- Guarda los suministros en un lugar limpio.
- Usa una mascarilla quirúrgica durante los intercambios de líquido de la diálisis.
- Habla con el equipo de atención de la diálisis sobre los cuidados correctos para el catéter de diálisis peritoneal.
Es posible que el proveedor de atención médica te recete antibióticos para evitar la peritonitis, especialmente si ya la tuviste antes. También podrían recetarte antibióticos si tienes una acumulación de líquido peritoneal debido a una enfermedad, como la cirrosis hepática. Si tomas medicamentos llamados inhibidores de la bomba de protones, es posible que te pidan que dejes de hacerlo.
Diagnóstico
Para diagnosticar peritonitis, el proveedor de atención médica te preguntará sobre tus antecedentes médicos y te hará un examen físico. Si la peritonitis se relaciona con la diálisis peritoneal, los síntomas por sí mismos pueden ser suficientes para que el proveedor de atención médica diagnostique la afección.
Si es necesario hacer más pruebas para confirmar el diagnóstico, es posible que el proveedor de atención médica sugiera lo siguiente:
- Análisis de sangre. Te pueden extraer una muestra de sangre para ver si hay un aumento en los glóbulos blancos que combaten las enfermedades. Por lo general, dicho aumento es un signo de infección o inflamación. También podrían hacerte un hemocultivo para ver si tienes bacterias en la sangre.
- Pruebas por imágenes. Pueden hacerte un examen con rayos X para ver si hay aberturas u otros desgarros en el tubo digestivo. También pueden hacerte una prueba llamada ecografía, que usa ondas sonoras para generar imágenes del interior del cuerpo. En algunos casos, pueden hacerte una tomografía computarizada.
- Análisis de líquido peritoneal. En esta prueba, se utiliza una aguja delgada para tomar una muestra del líquido del peritoneo. Es más probable que te hagan esta prueba si te sometes a diálisis peritoneal o si tienes líquido en el abdomen por una enfermedad hepática. El aumento del recuento de glóbulos blancos en este líquido suele indicar una infección o inflamación. Se puede hacer un cultivo del líquido para detectar la presencia de bacterias.
Tratamiento
La peritonitis bacteriana espontánea puede poner en riesgo la vida. Tendrás que quedarte en el hospital. El tratamiento incluye antibióticos. También incluye cuidados de apoyo para aliviar tus síntomas.
Si desarrollas peritonitis secundaria, tendrás que quedarte en el hospital. Es posible que el tratamiento incluya lo siguiente:
- Antibióticos. Probablemente debas recibir un medicamento antibiótico por vía intravenosa. Esto elimina la infección y evita que se disemine. El tipo de antibiótico que necesitarás y por cuánto tiempo deberás tomarlo varía. Depende de la gravedad de tu afección y del tipo de peritonitis que tengas.
- Cirugía. Suele ser necesaria para extraer el tejido infectado, tratar la causa de la infección y prevenir que la infección se disemine. La cirugía es importante si tu peritonitis se debe a la ruptura del apéndice, el estómago o el colon.
- Otros tratamientos. Según tus síntomas, el tratamiento que recibas mientras te encuentres en el hospital probablemente incluya lo siguiente:
- Analgésicos.
- Líquidos a través de una sonda (líquidos intravenosos).
- Oxígeno.
- En algunos casos, una transfusión de sangre.
Si recibes diálisis peritoneal
Si tienes peritonitis, es posible que el proveedor de atención médica te recomiende que recibas diálisis de otra forma. Podrías necesitar este tipo diferente de diálisis durante varios días mientras el organismo se recupera de la infección. Si la peritonitis persiste o vuelve a aparecer, es posible que debas suspender la diálisis peritoneal por completo y cambiar a otro tipo de diálisis.
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