Tumores pituitarios
Infórmate más sobre los síntomas, las causas y el tratamiento de los tumores que se forman en la glándula pituitaria.
Perspectiva general
Los tumores pituitarios son masas anormales que se desarrollan en la glándula pituitaria. Esta glándula es un órgano de un tamaño similar al de un guisante (arveja, chícharo). Se encuentra detrás de la nariz, en la base del cerebro. Algunos de estos tumores hacen que la glándula pituitaria produzca demasiada cantidad de ciertas hormonas que controlan funciones corporales importantes. Otros hacen que la glándula pituitaria produzca muy poca cantidad de esas hormonas.
La mayoría de los tumores pituitarios son benignos. Es decir, no son cancerosos. Estos tumores no cancerosos también se llaman adenomas pituitarios. La mayoría de los adenomas permanecen en la glándula pituitaria o en el tejido que la rodea y crecen lentamente. Por lo general, no se diseminan a otras partes del cuerpo.
Los tumores pituitarios pueden tratarse de diferentes maneras. Se pueden extirpar con cirugía. O se puede controlar su desarrollo con medicamentos o terapia de radiación. A veces, los niveles hormonales se controlan con medicamentos. El proveedor de atención médica puede sugerir una combinación de estos tratamientos. En algunos casos, la observación (o el enfoque de “esperar y ver″) puede ser la mejor opción.
Tipos
Estos son los tipos de adenomas pituitarios:
- Funcionales. Estos adenomas producen hormonas. Pueden provocar diferentes síntomas según el tipo de hormonas que generan. Los adenomas pituitarios funcionales se clasifican en varias categorías, incluidos los que producen:
- Hormona adrenocorticotrófica. Esta hormona también se llama corticotropina o adrenocorticotropina. Estos tumores a veces se conocen como adenomas corticotropos.
- Hormona de crecimiento. Estos tumores se llaman adenomas somatotropos.
- Hormona luteinizante y hormona estimulante del folículo. Estas hormonas también se conocen como gonadotropinas. Los tumores pituitarios que producen estas hormonas se llaman adenomas gonadotropos.
- Prolactina. Estos tumores se llaman prolactinomas o adenomas lactotropos.
- Hormona estimulante de la tiroides. Estos tumores se llaman adenomas tirotropos.
- No funcionales. Estos adenomas no producen hormonas. Los síntomas que causan están relacionados con la presión que ejerce su crecimiento sobre la glándula pituitaria, los nervios cercanos y el cerebro.
- Macroadenomas. Son adenomas más grandes. Miden aproximadamente 1 centímetro o más, es decir, un poco menos que media pulgada. Pueden ser funcionales o no funcionales.
- Microadenomas. Estos adenomas son más pequeños. Miden menos de 1 centímetro, es decir, un poco menos que media pulgada. Pueden ser funcionales o no funcionales.
Los tumores pituitarios son diferentes de los quistes pituitarios. Un quiste es un saco que puede estar lleno de aire, líquido u otro material. Un tumor es una masa anormal de células que puede crecer con el tiempo. Los quistes se forman en la glándula pituitaria o cerca de esta, pero no son tumores ni adenomas.
Síntomas
No todos los tumores pituitarios provocan síntomas. A menudo, estos tumores se detectan durante una prueba por imágenes, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada, que se hace por otro motivo. Si los tumores pituitarios no provocan síntomas, por lo general no requieren tratamiento.
Los síntomas del tumor pituitario pueden ser consecuencia de un tumor que ejerce presión en el cerebro u otras partes cercanas del cuerpo. La causa de los síntomas también puede ser un desequilibrio hormonal. Los niveles hormonales pueden elevarse cuando un tumor pituitario produce demasiada cantidad de una o más hormonas. Un tumor grande que afecta la forma en que funciona la glándula pituitaria también podría provocar un descenso de los niveles hormonales.
Síntomas de presión ejercida por el tumor
Los macroadenomas pueden presionar sobre la glándula pituitaria, los nervios, el cerebro y otras zonas aledañas en el cuerpo. Eso puede ocasionar síntomas, como los siguientes:
- Dolor de cabeza.
- Problemas oculares debidos a la presión sobre el nervio óptico, especialmente pérdida de la visión lateral (visión periférica) y visión doble.
- Dolor en el rostro, que a veces incluye dolor del seno paranasal o del oído.
- Caída del párpado.
- Convulsiones.
- Náuseas y vómitos.
Síntomas de los cambios hormonales
Niveles bajos de hormonas
Los macroadenomas pueden limitar la capacidad de la glándula pituitaria para producir hormonas. Cuando esto sucede, los síntomas pueden incluir los siguientes:
- Cansancio o debilidad
- Falta de energía
- Problemas sexuales, como aquellos relacionados con la erección y disminución del deseo sexual
- Cambios en los ciclos menstruales
- Náuseas
- Sensación de frío
- Pérdida o aumento de peso de forma no intencional
Niveles altos de hormonas
Los adenomas hipofisarios funcionantes suelen producir grandes cantidades de una hormona. Esto expone al cuerpo a altos niveles de esa hormona. En raras ocasiones, un adenoma hipofisario puede producir más de una hormona. Los siguientes tipos de adenomas hipofisarios funcionantes provocan diferentes síntomas según las hormonas que producen.
Tumores hipofisarios que producen la hormona adrenocorticotrófica
Los tumores hipofisarios que producen la hormona adrenocorticotrófica se denominan adenomas corticotropos. La hormona adrenocorticotrófica, también llamada ACTH, por sus siglas en inglés, hace que las glándulas suprarrenales produzcan la hormona cortisol. Los tumores que producen la hormona adrenocorticotrófica hacen que las glándulas suprarrenales produzcan demasiado cortisol. Esto provoca una afección denominada enfermedad de Cushing. Esta enfermedad es una de las causas del síndrome de Cushing.
Los síntomas de la enfermedad de Cushing incluyen los siguientes:
- Aumento de peso y depósitos de tejido adiposo alrededor del abdomen y la parte superior de la espalda.
- Cara redondeada.
- Estrías.
- Piel fina, que es propensa a moretones.
- Adelgazamiento de los brazos y las piernas con debilidad muscular.
- Vello corporal más grueso o más visible.
- Cicatrización lenta de heridas, picaduras de insectos e infecciones.
- Zonas de piel oscurecida.
- Acné.
- Cambios en los ciclos menstruales
- Problemas sexuales, incluidos aquellos relacionados con las erecciones y disminución del deseo sexual.
Tumores hipofisarios que producen la hormona de crecimiento
Los tumores hipofisarios que producen la hormona de crecimiento también se denominan tumores secretores de hormona de crecimiento o adenomas somatotropos. Un exceso de la hormona de crecimiento lleva a una afección conocida como acromegalia. La acromegalia puede causar lo siguiente:
- Cambios en los rasgos faciales, incluidos labios, nariz y lengua más grandes; hueso maxilar inferior más largo y espacios amplios entre los dientes
- Crecimiento de manos y de pies
- Piel más gruesa
- Mayor sudoración y olor corporal
- Dolor articular
- Voz más grave
Los niños y adolescentes que tienen un exceso de la hormona de crecimiento también pueden crecer más rápido o ser más altos de lo normal. Esta afección se denomina gigantismo.
Tumores hipofisarios que producen la hormona luteinizante y la hormona estimulante del folículo
La hormona luteinizante y la hormona estimulante del folículo también se conocen como gonadotropinas. Los tumores hipofisarios que producen estas hormonas se llaman adenomas gonadotropos.
Es poco común que estos adenomas produzcan demasiadas hormonas que luego desencadenen síntomas. En cambio, los síntomas de estos adenomas suelen deberse a la presión del tumor. Si los síntomas se presentan debido a un exceso de hormona luteinizante y hormona estimulante del folículo, estos afectan a las mujeres y a los hombres de manera diferente.
Los síntomas en las mujeres pueden incluir los siguientes:
- Cambio en los ciclos menstruales.
- Problemas de fertilidad.
- Agrandamiento y dolor de ovarios provocados por una afección llamada síndrome de hiperestimulación ovárica.
Los síntomas en los hombres pueden incluir los siguientes:
- Agrandamiento de los testículos
- Niveles más altos de testosterona
Tumores hipofisarios que producen prolactina
Estos adenomas se denominan prolactinomas. Un exceso de la hormona prolactina puede llevar a una disminución de los niveles de hormonas sexuales (estrógeno y testosterona) en el cuerpo. El exceso de prolactina afecta de manera diferente a hombres y mujeres.
En las mujeres, el exceso de prolactina podría causar lo siguiente:
- Ciclos menstruales irregulares
- Ausencia de ciclos menstruales
- Secreción de leche de los senos
- Sensibilidad en los senos
- Problemas de fertilidad
- Disminución del deseo sexual
En los hombres, un exceso de prolactina puede provocar una afección llamada hipogonadismo masculino. Los síntomas pueden incluir los siguientes:
- Problemas de erección
- Disminución del deseo sexual
- Crecimiento de los senos
- Problemas de fertilidad
- Disminución del vello corporal y facial
Tumores hipofisarios que producen la hormona estimulante de la tiroides
Los tumores hipofisarios que producen la hormona estimulante de la tiroides se denominan adenomas tirotropos. También pueden denominarse tumores secretores de hormona estimulante de la tiroides. Estos hacen que la glándula tiroides produzca la hormona tiroxina en exceso, también llamada T-4. Esto lleva a una afección llamada hipertiroidismo, también conocida como enfermedad de la tiroides hiperactiva. El hipertiroidismo puede acelerar el metabolismo del cuerpo, lo que provoca muchos síntomas. Algunos de los más comunes incluyen los siguientes:
- Pérdida de peso
- Latidos del corazón rápidos o irregulares
- Nerviosismo, ansiedad o irritabilidad
- Deposiciones frecuentes
- Sudoración
- Temblores
- Problemas de sueño
Cuándo consultar al médico
Si desarrollas síntomas que podrían asociarse con un tumor pituitario, consulta a tu proveedor de atención médica. El tratamiento para los tumores pituitarios suele hacer que las hormonas vuelvan a niveles saludables y alivia los síntomas.
Aunque es poco frecuente, algunos tumores pituitarios son hereditarios. Es decir que pasa de una generación a otra en la familia. En particular, el trastorno hereditario de la neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 (MEN 1, por sus siglas en inglés) puede causar tumores pituitarios. Si la neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 es hereditaria, habla con tu proveedor de atención médica sobre las pruebas que pueden ayudar a detectar un tumor pituitario de forma temprana.
Causas
La glándula pituitaria es un órgano pequeño de un tamaño similar al de una arveja (guisante, chícharo). Se encuentra detrás de la nariz, en la base del cerebro. A pesar de ser muy pequeña, la glándula pituitaria afecta casi todas las partes del cuerpo. Las hormonas que produce regulan importantes funciones del cuerpo, como el crecimiento, la presión arterial y la reproducción.
Aún se desconoce la causa del crecimiento celular descontrolado en la glándula pituitaria, que produce un tumor.En casos excepcionales, es posible que la causa de los tumores pituitarios sean genes que hayas heredado. Sin embargo, la mayoría no tiene una causa hereditaria clara. De todos modos, los científicos creen que las alteraciones genéticas pueden desempeñar un papel importante en la manera en que se forman los tumores pituitarios.
Factores de riesgo
La mayoría de las personas con tumores pituitarios no tienen ningún factor que represente un mayor riesgo de desarrollar estos tumores. El entorno y el estilo de vida no parecen influir en el riesgo de presentar tumores pituitarios.
Aunque la genética parece desempeñar una función, la mayoría de las personas que presenta tumores pituitarios no tiene antecedentes familiares de esta afección.
Los únicos factores de riesgo conocidos son varias afecciones hereditarias poco frecuentes que aumentan el riesgo de muchas afecciones de salud, entre ellas, los tumores pituitarios. Estas afecciones incluyen:
- La neoplasia endocrina múltiple de tipo 1 (MEN 1, por sus siglas en inglés).
- La neoplasia endocrina múltiple de tipo 4 (MEN 4, por sus siglas en inglés).
- Complejo de Carney.
- Síndrome de McCune-Albright.
Complicaciones
Por lo general, los tumores hipofisarios no se diseminan a otras partes del cuerpo. Sin embargo, pueden afectar la salud de una persona. Los tumores hipofisarios pueden provocar lo siguiente:
- Problemas de visión, incluida la pérdida de la visión
- Presión arterial alta
- Nivel elevado de glucosa en la sangre
- Pérdida de masa ósea
- Problemas cardíacos
- Problemas de memoria y para pensar
Convulsiones
Si un tumor pituitario presiona la parte del cerebro llamada lóbulo temporal medial, puede derivar en una convulsión. Este tipo de convulsión se conoce como convulsión focalizada con alteración de la conciencia. Estas convulsiones implican un cambio o la pérdida del conocimiento o la conciencia. Si tienes una de estas convulsiones, es posible que parezca que estás despierto. Sin embargo, durante una convulsión puedes mirar fijamente en el espacio y no responder como lo harías normalmente al entorno que te rodea. Es posible que no recuerdes la convulsión después de que haya ocurrido.
Niveles hormonales permanentemente bajos
Si tienes un tumor pituitario o te extirpan uno quirúrgicamente puede alterar de forma permanente el suministro de hormonas del cuerpo. Como resultado, es posible que necesites terapia de reemplazo hormonal por el resto de tu vida.
Apoplejía pituitaria
Una complicación poco frecuente pero posiblemente grave de un tumor pituitario es la apoplejía pituitaria, que es cuando se produce un sangrado repentino hacia el tumor. Estos son los síntomas:
- Dolor de cabeza intenso, probablemente peor que los que hayas tenido antes
- Problemas de visión, como visión doble o pérdida de la visión en uno o ambos ojos
- Náuseas y vómitos
- Confusión u otro tipo de reducción de la función mental
La apoplejía pituitaria requiere tratamiento de emergencia. El tratamiento suele incluir corticoides para aliviar la hinchazón alrededor del tumor. Es posible que también necesites cirugía para extirpar el tumor.
Diagnóstico
A menudo, los tumores hipofisarios pasan desapercibidos o no se detectan. En muchos casos, esto se debe a que los síntomas provocados por los tumores hipofisarios que producen hormonas, denominados adenomas funcionantes, y por los tumores de gran tamaño, denominados macroadenomas, son similares a los de otras enfermedades. También se debe a que crecen muy lentamente en el tiempo. Los tumores hipofisarios pequeños que no producen hormonas, denominados microadenomas no funcionantes, no suelen provocar síntomas. Si se detectan, suele ser debido a un examen por imágenes, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada, que se hace por otro motivo.
Para detectar y diagnosticar un tumor hipofisario, el proveedor de atención médica seguramente hablará contigo sobre tus antecedentes médicos personales y familiares, y te hará un examen físico. Las pruebas para detectar un tumor hipofisario también pueden incluir las siguientes:
-
Análisis de sangre. Los análisis de sangre pueden mostrar si el cuerpo tiene niveles demasiado altos o bajos de determinadas hormonas. En el caso de algunas hormonas, los resultados de los análisis de sangre que muestran un exceso de la hormona pueden ser suficientes para que el proveedor de atención médica diagnostique un adenoma hipofisario.
En el caso de otras hormonas, como el cortisol, un resultado de análisis de sangre que muestre un exceso de la hormona puede requerir otras pruebas. Estas pruebas pueden demostrar si el resultado anterior se debe a un adenoma hipofisario o a otro problema de salud.
Los resultados que muestran niveles hormonales demasiado bajos requieren otras pruebas, normalmente exámenes por imágenes, para comprobar si la causa de esos resultados puede ser un adenoma hipofisario.
- Análisis de orina. Un análisis de orina puede ayudar a diagnosticar un adenoma hipofisario que produce demasiada hormona adrenocorticotrófica. Un exceso de hormona adrenocorticotrófica lleva a que el cuerpo tenga demasiado cortisol y provoca la enfermedad de Cushing.
- Resonancia magnética. Una resonancia magnética, también llamada imágenes por resonancia magnética, es una prueba que utiliza un campo magnético y ondas de radio generadas por computadora para crear imágenes detalladas de los órganos y de los tejidos del cuerpo. Las imágenes por resonancia magnética del cerebro pueden ayudar a detectar un tumor hipofisario, y a mostrar su ubicación y tamaño.
- Tomografía computarizada. Una tomografía computarizada es un tipo de prueba por imágenes que combina una serie de rayos X para crear imágenes trasversales. Las imágenes por resonancia magnética se utilizan con más frecuencia que las tomografías computarizadas para detectar y diagnosticar tumores hipofisarios. No obstante, una tomografía computarizada puede ser útil para planificar la cirugía si el proveedor de atención médica te informa que se debe extirpar un tumor hipofisario.
- Pruebas de la visión. Un tumor hipofisario puede afectar la visión, especialmente la visión lateral, también llamada visión periférica. Hacer pruebas de los ojos para comprobar si ves bien puede ayudar al proveedor de atención médica a decidir si se necesitan otras pruebas para detectar un tumor hipofisario.
El proveedor de atención médica puede remitirte a un especialista en trastornos hormonales, llamado endocrinólogo, para que te haga más pruebas.
Tratamiento
Muchos adenomas pituitarios no requieren tratamiento. Como no son un tipo de cáncer, si no provocan síntomas, una buena opción puede ser simplemente controlarlos con el tiempo. Si es necesario, el tratamiento específico dependerá del tipo, del tamaño, de la ubicación y del crecimiento del tumor con el tiempo. Si un tumor provoca demasiada o muy poca cantidad de ciertas hormonas en el organismo, también afectará el tratamiento. La edad y el estado de salud general también repercuten en el plan de tratamiento.
Estos son los objetivos del tratamiento:
- Hacer que los niveles hormonales regresen a un rango saludable
- Evitar un daño mayor a la glándula pituitaria y restablecer su función normal
- Revertir los síntomas provocados por la presión que ejerce el tumor o evitar que empeoren
Si un adenoma pituitario requiere tratamiento, es posible que se necesite cirugía para extirpar el tumor. También pueden usarse medicamentos o radioterapia para tratar un adenoma pituitario. El tratamiento comprende a un equipo de médicos especialistas, que puede incluir a los siguientes profesionales:
- Cirujano de cerebro, también llamado neurocirujano
- Cirujano de nariz y senos paranasales, o cirujano de oídos, nariz y garganta
- Especialista en trastornos hormonales, también llamado endocrinólogo
- Especialista en radioterapia, u oncólogo radioterapeuta
Cirugía
La cirugía para tratar un tumor pituitario requiere la extirpación del tumor, que en ocasiones se denomina resección tumoral. El cirujano puede sugerir una intervención quirúrgica si un adenoma pituitario:
- Ejerce presión sobre el nervio óptico y limita la visión.
- Causa otros síntomas, como dolor de cabeza o facial.
- Reduce los niveles de hormona en el cuerpo por hacer presión sobre la glándula pituitaria.
- Hace que el cuerpo produzca demasiada cantidad de algunas hormonas.
Los resultados después de la cirugía dependen del tipo de adenoma, su tamaño y ubicación, y si el tumor se diseminó al tejido que lo rodea.
Las cirugías para extirpar un tumor pituitario incluyen la cirugía transesfenoidal transnasal endoscópica y la craneotomía.
Cirugía transesfenoidal trasnasal endoscópica
Esta cirugía también se llama adenomectomía. Esta es la cirugía que se usa con mayor frecuencia para extraer un adenoma hipofisario.
Durante este procedimiento quirúrgico, el cirujano (generalmente un neurocirujano que trabaja junto con un cirujano de la nariz y los senos paranasales) extrae el adenoma por la nariz y los senos paranasales. La cirugía no requiere un corte externo (incisión), no afecta otras partes del cerebro ni deja una cicatriz visible.
Los macroadenomas grandes pueden ser difíciles de extraer mediante esta cirugía, sobre todo si un macroadenoma se ha diseminado a los nervios cercanos, los vasos sanguíneos u otras partes del cerebro.
Cirugía transcraneal
Esta cirugía también se llama craneotomía. Se realiza con menos frecuencia que la cirugía transesfenoidal transnasal endoscópica para los tumores pituitarios. Esta cirugía hace que sea más fácil alcanzar y extirpar tumores pituitarios y macroadenomas grandes que se diseminaron a los nervios cercanos o al tejido cerebral. Además, hace que sea más fácil para el cirujano determinar cuánto se ha extendido el tumor, así como las partes del cerebro que lo rodean. Durante la cirugía transcraneal, el cirujano extirpa el tumor a través de la parte superior del cráneo con un corte en el cuero cabelludo.
La cirugía transesfenoidal transnasal endoscópica y la cirugía transcraneal por lo general son procedimientos seguros. Las complicaciones son poco comunes. Sin embargo, como en cualquier cirugía, hay riesgos. Estas son algunas posibles complicaciones después de una cirugía de tumor pituitario:
- Sangrado
- Infección
- Reacción al medicamento (anestesia) que te pone en un estado similar al del sueño durante la cirugía
- Dolor de cabeza y congestión nasal temporales
- Lesión cerebral
- Visión doble o pérdida de la visión
- Daño en la glándula pituitaria
Diabetes insípida
La cirugía para extirpar un tumor pituitario podría dañar la glándula pituitaria, lo cual puede limitar su capacidad de producir hormonas y llevar a otros problemas médicos, como diabetes insípida. Esta afección se manifiesta cuando la glándula pituitaria no puede producir una cantidad suficiente de la hormona vasopresina. Esta hormona se genera en la parte posterior de la glándula, un área denominada pituitaria posterior. La diabetes insípida hace que los líquidos del cuerpo estén desequilibrados, lo cual lleva a que el cuerpo produzca grandes cantidades de orina. Esto puede provocar sed extrema y aumento del riesgo de deshidratación. La diabetes insípida después de la cirugía para extirpar un tumor pituitario suele ser por poco tiempo. Por lo general, desaparece sin tratamiento en cuestión de días. Si se prolonga más, es posible que se use un tratamiento con una forma elaborada de vasopresina. La afección suele desaparecer después de varias semanas o meses.
Si el proveedor de atención médica recomienda una cirugía para tratar un tumor pituitario, pregúntale cuál es la adecuada para ti. Habla sobre las complicaciones, los riesgos y los efectos secundarios posibles. Pregunta qué puedes esperar durante la recuperación.
Radioterapia
La radioterapia utiliza fuentes de radiación de alta energía para tratar los tumores hipofisarios. Este tratamiento se puede utilizar después de una cirugía, o, si la cirugía no es una opción, se puede utilizar solo radioterapia.
La radioterapia puede ser útil si un tumor hipofisario:
- no se ha extirpado completamente con cirugía
- reaparece después de la cirugía
- provoca síntomas que los medicamentos no alivian
El objetivo de la radioterapia para los adenomas hipofisarios es controlar el crecimiento del adenoma o impedir que el adenoma produzca hormonas.
Entre los métodos de radioterapia que se pueden utilizar para tratar los tumores hipofisarios, se incluyen los siguientes:
- Radiocirugía estereotáctica. Este tipo de radioterapia, que a menudo se administra como una única dosis alta, centra los rayos de radiación de manera precisa sobre el tumor. A pesar de que el término "cirugía" está en su nombre, no es necesario hacer una incisión en la piel. Dirige hacia el tumor rayos de radiación del tamaño y de la forma del tumor con la ayuda de técnicas de obtención de imágenes del cerebro. Para hacerlo, se coloca un marco sobre la cabeza que se retira inmediatamente después del tratamiento. La cantidad de radiación que entra en contacto con el tejido sano cerca del tumor es mínima, lo que reduce el riesgo de daño en el tejido sano.
- Radiación de haz externo. Este método también se llama radioterapia fraccionada. Administra radiación en pequeñas cantidades con el paso del tiempo. Por lo general, se hace una serie de tratamientos 5 veces por semana durante 4 a 6 semanas.
- Radioterapia de intensidad modulada. En este tipo de radioterapia, denominada radioterapia de intensidad modulada, se utiliza una computadora que da forma a los rayos de modo que puedan rodear el tumor desde muchos ángulos. La intensidad de los rayos puede ser limitada, lo que reduce el riesgo de efectos secundarios en el tejido sano.
- Terapia con haz de protones. La terapia con haz de protones es otro tipo de radioterapia que utiliza iones con una carga positiva (protones) para atacar los tumores. Los haces de protones se detienen tras liberar su energía dentro del tumor. Esto significa que los haces se pueden controlar para atacar un adenoma hipofisario con menor riesgo de que se produzcan efectos secundarios en el tejido sano. Este tipo de radioterapia requiere equipos especiales y no está ampliamente disponible.
Los posibles efectos secundarios y las complicaciones de la radioterapia para los adenomas hipofisarios pueden incluir los siguientes:
- Daño a la glándula pituitaria que limita su capacidad para producir hormonas.
- Daño en el tejido sano cerca de la glándula pituitaria.
- Cambios en la visión debido al daño en los nervios ópticos.
- Daño a otros nervios cercanos a la glándula pituitaria.
- Riesgo ligeramente mayor de desarrollar un tumor cerebral.
El oncólogo especializado en radiación evaluará tu afección y hablará contigo sobre los beneficios y los riesgos de la radioterapia en tu caso. Por lo general, ver el beneficio máximo de la radioterapia para los adenomas hipofisarios puede llevar meses o incluso años. Los efectos secundarios y las complicaciones de la radioterapia tampoco suelen aparecer de inmediato. Es importante recibir atención de seguimiento regular y a largo plazo para detectar cualquier posible problema hormonal a causa de la radioterapia.
Medicamentos
El tratamiento con medicamentos puede resultar útil para controlar los adenomas pituitarios. Pueden ayudar a reducir la cantidad de hormonas que el cuerpo produce como consecuencia de un tumor. Algunos medicamentos también pueden reducir el tamaño de ciertos tipos de tumores pituitarios.
Tumores pituitarios que producen prolactina
Los siguientes medicamentos se usan para reducir la cantidad de prolactina que produce un adenoma pituitario. Además, generalmente pueden reducir el tamaño del tumor.
- Cabergolina
- Bromocriptina (Parlodel, Cycloset).
Los posibles efectos secundarios incluyen:
- Mareos.
- Trastornos del estado de ánimo, incluida la depresión.
- Dolor de cabeza.
- Debilidad.
Algunas personas desarrollan conductas compulsivas, como la adicción al juego, mientras toman estos medicamentos. Estas conductas también se denominan trastornos de control de los impulsos.
Tumores pituitarios que producen la hormona adrenocorticotrófica
Los tumores que producen la hormona adrenocorticotrófica (ACTH, por sus siglas en inglés) hacen que el cuerpo genere demasiado cortisol. Esta afección se conoce como enfermedad de Cushing. Estos son algunos de los medicamentos que pueden reducir la cantidad de cortisol producido por el cuerpo:
- Ketoconazol
- Metirapona (Metopirone)
- Osilodrostato (Isturisa)
Un posible efecto secundario de estos medicamentos es un problema de corazón que puede producir una grave irregularidad de los latidos cardíacos.
Otro medicamento llamado mifepristona (Korlym, Mifeprex) puede usarse en personas con enfermedad de Cushing que tienen diabetes tipo 2 o intolerancia a la glucosa. La mifepristona no reduce la cantidad de cortisol producido por el cuerpo, sino que bloquea los efectos del cortisol sobre los tejidos del organismo.
Estos son algunos efectos secundarios de la mifepristona:
- Cansancio
- Debilidad
- Náuseas
- Sangrado vaginal abundante
La pasireotida (Signifor) actúa reduciendo la cantidad de ACTH que produce un adenoma pituitario. Este medicamento se administra en forma de inyección dos veces al día. Por lo general, los proveedores de atención médica recomiendan la pasireotida cuando la cirugía para extirpar un adenoma no da resultado. También puede usarse cuando el adenoma no puede extirparse quirúrgicamente.
Estos son algunos de los efectos secundarios de la pasireotida:
- Diarrea.
- Náuseas
- Nivel elevado de glucosa en la sangre
- Dolor de cabeza.
- Dolor estomacal
- Cansancio
Tumores pituitarios que producen la hormona de crecimiento
Existen dos tipos de medicamentos que pueden tratar los tumores pituitarios producidos por la hormona de crecimiento. Los proveedores de atención médica suelen recetar estos medicamentos cuando la cirugía para extirpar un adenoma pituitario no ha logrado restituir la cantidad de hormona de crecimiento en el organismo a un nivel saludable.
-
Análogos de la somatostatina. Este tipo de medicamentos reduce la cantidad de hormona de crecimiento que produce el cuerpo. También puede reducir parcialmente el tamaño de un adenoma pituitario. Los análogos de la somatostatina incluyen:
- Octreotida (Sandostatina)
- Lanreotida (Somatulina Depot)
Estos medicamentos se administran en forma de inyecciones, por lo general cada cuatro semanas. También existe un tipo de octreotida, llamado Mycapssa, que se puede tomar en forma de pastilla. Funciona como los tipos de medicamentos que se administran en forma de inyecciones y tiene efectos secundarios similares.
Los efectos secundarios de los análogos de la somatostatina incluyen:
- Náuseas y vómitos
- Diarrea.
- Dolor estomacal
- Mareos
- Dolor de cabeza
- Dolor en el lugar de la inyección
- Cálculos biliares
- Empeoramiento de la diabetes
Muchos de estos efectos secundarios mejoran con el tiempo.
- Pegvisomant (Somavert). Este medicamento bloquea el efecto del exceso de hormona de crecimiento en el organismo. Se administra en forma de inyección todos los días. En algunas personas, este medicamento puede causar daño hepático como efecto secundario.
Reemplazo de las hormonas hipofisarias
La glándula pituitaria controla el crecimiento, la función de la glándula tiroides, de la glándula suprarrenal, la función reproductiva y el equilibrio de agua en el cuerpo. Un adenoma hipofisario, o el tratamiento de este adenoma mediante una cirugía o radiación, puede dañar una o más de esas funciones. Esto se debe a los cambios hormonales que pueden causar. Si los niveles de las hormonas se reducen a valores no saludables, es posible que tengas que recibir terapia de reemplazo hormonal para que las hormonas regresen a un nivel saludable.
Espera en observación
Si adoptas la conducta expectante, también conocida como observación, terapia expectante o terapia diferida, es posible que necesites pruebas de seguimiento regulares para comprobar si el tumor crece o si cambian los niveles hormonales. La conducta expectante puede ser una opción para ti siempre y cuando el adenoma no cause ningún síntoma ni desencadene otros problemas de salud. Habla con el proveedor de atención médica para saber cuáles son los beneficios y los riesgos de la conducta expectante en comparación con el tratamiento en tu caso.
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
Es normal que te surjan preguntas durante el diagnóstico y el tratamiento de un tumor pituitario. El proceso puede ser abrumador y a veces aterrador. Por esta razón, es importante que obtengas la mayor cantidad posible de información acerca de la afección. Cuanto más sepas y entiendas sobre el tratamiento, mejor.
Puede que te resulte útil compartir tus sentimientos con otras personas que estén atravesando situaciones similares. Averigua si en tu área hay disponibles grupos de apoyo para personas con tumores pituitarios. Los hospitales a menudo patrocinan estos grupos. El proveedor de atención médica puede ayudarte a encontrar el apoyo emocional que necesitas.
Preparación antes de la cita
En primer lugar, puedes consultar al proveedor principal de atención médica. Si este cree que podrías tener un tumor hipofisario, el paso siguiente sería programar citas con especialistas. Estos especialistas pueden incluir un cirujano de nariz y senos paranasales, un cirujano de cerebro (también llamado neurocirujano) o un endocrinólogo (un médico que se especializa en trastornos hormonales).
A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para tu cita médica.
Lo que puedes hacer
Cuando programes la cita médica, pregunta si hay algo que debas hacer con anticipación, como no comer antes de una prueba determinada. Prepara una lista de:
- Tus síntomas, incluso aquellos que parezcan no estar relacionados con el motivo de la cita.
- Información personal importante, como situaciones de mucho estrés o cambios recientes en tu vida y antecedentes médicos familiares.
- Medicamentos, vitaminas o suplementos que tomes, incluida la dosis.
- Preguntas para hacerle al proveedor de atención médica.
Si es posible, pide a un familiar o a un amigo que te acompañe para que te ayude a recordar la información que recibas.
En caso del tumor pituitario, las preguntas para hacerle al proveedor de atención médica incluyen:
- ¿Cuál es la posible causa de mis síntomas o mi afección?
- ¿Cuáles son otras causas posibles?
- ¿A qué especialistas debería ver?
- ¿Qué pruebas necesito?
- ¿Cuál es el mejor plan de acción?
- ¿Cuáles son las alternativas al enfoque que me indica?
- Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlar mis afecciones de manera conjunta?
- ¿Hay alguna restricción que deba seguir?
- ¿Hay algún folleto u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?
No dudes en hacer otras preguntas.
Qué puedes esperar de tu médico
Es probable que el proveedor de atención médica te haga una serie de preguntas, como las siguientes:
- ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
- ¿Han sido continuos u ocasionales?
- ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
- ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
- ¿Alguna vez te han hecho pruebas por imágenes de la cabeza por algún motivo?
© 1998-2024 Fundación Mayo para la Educación y la Investigación Médicas (MFMER, por sus siglas en inglés). Todos los derechos reservados.
Terms of Use