Incontinencia de esfuerzo
Toser, reírse y correr pueden causar fugas de orina en las personas que presentan esta afección. Obtén más información sobre tratamientos y autocuidado.
Perspectiva general
La incontinencia urinaria es la pérdida del control de la vejiga. La incontinencia por esfuerzo se produce cuando el movimiento o la actividad física ejerce presión sobre la vejiga, y provoca fugas de orina. Los movimientos incluyen toser, reír, estornudar, correr o levantar objetos pesados. La incontinencia por esfuerzo no está relacionada con el estrés psicológico.
La incontinencia por esfuerzo es diferente de la incontinencia por urgencia y de la vejiga hiperactiva. Estas afecciones causan espasmos en el músculo de la vejiga, lo cual lleva a una necesidad repentina de orinar pronto. La incontinencia por esfuerzo es mucho más común en las mujeres que en los hombres.
Es posible que te sientas avergonzado si padeces incontinencia por esfuerzo. Quizás limites tu vida laboral y social porque no quieres estar con los demás. También puedes evitar las actividades físicas y recreativas.
Con el tratamiento, probablemente puedas controlar la incontinencia por esfuerzo y mejorar tu calidad de vida.
Síntomas
Si padeces incontinencia por esfuerzo, puedes tener fugas de orina en las siguientes situaciones:
- Al toser o estornudar.
- Al reír.
- Al inclinarte hacia delante.
- Al levantar cosas pesadas.
- Al hacer ejercicio físico.
- Al tener relaciones sexuales.
Es posible que no tengas fugas de orina cada vez que hagas alguna de estas cosas. Pero cualquier actividad que ejerza presión en la vejiga puede hacer más probable que tengas fugas involuntarias de orina. Además, tener la vejiga llena aumenta las probabilidades para fugas.
Cuándo debes consultar a un médico
Habla con tu profesional de atención médica si tus síntomas te incomodan o interfieren con tus actividades diarias, como el trabajo, los pasatiempos y la vida social.
Causas
La incontinencia por esfuerzo se produce cuando ciertos músculos y otros tejidos relacionados con la micción se debilitan. Entre ellos están los músculos del suelo pélvico que sostienen la uretra y el esfínter urinario que son los músculos que controlan la liberación de la orina.
La vejiga se expande mientras se llena de orina. Normalmente, los músculos de la uretra o conducto que transporta la orina fuera del cuerpo funcionan como una válvula y permanecen cerrados cuando la vejiga se expande. Esto evita fugas de orina hasta que llegues al baño.
Pero cuando esos músculos se debilitan, cualquier cosa que ejerce fuerza sobre los músculos abdominales y pélvicos presiona la vejiga. Estornudar, inclinarse, levantar objetos o reírse mucho pueden causar una fuga de orina.
Incontinencia por esfuerzo en mujeres
En las personas asignadas al sexo femenino al nacer, los músculos del suelo pélvico y el esfínter urinario pueden perder fuerza por las siguientes causas:
- Dar a luz. Una lesión en los nervios o en el tejido durante el parto puede debilitar los músculos del suelo pélvico o el esfínter. La incontinencia por esfuerzo a causa de esta lesión puede comenzar inmediatamente después del parto o años después.
Incontinencia por esfuerzo en hombres
En las personas asignadas al sexo masculino al nacer, los músculos del suelo pélvico y el esfínter urinario pueden perder fuerza por las siguientes causas:
- Cirugía de próstata. El tratamiento contra el cáncer de próstata suele abarcar una prostatectomía o cirugía para extirpar la glándula prostática. La intervención quirúrgica es el factor más común que conduce a la incontinencia por esfuerzo. Este procedimiento puede generar el debilitamiento del esfínter, que se encuentra justo debajo de la glándula prostática y rodea la uretra.
Otros factores
Otros factores que pueden empeorar la incontinencia por esfuerzo en los hombres y las mujeres incluyen los siguientes:
- Enfermedades que causan tos crónica
- Obesidad
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de tener incontinencia urinaria por esfuerzo son los siguientes:
- Edad. Los cambios físicos que se producen a medida que envejeces, como el debilitamiento de los músculos, pueden hacer que sea más probable que desarrolles incontinencia urinaria por esfuerzo. Sin embargo, un poco de incontinencia urinaria por esfuerzo puede presentarse a cualquier edad.
- Peso corporal. Las personas con sobrepeso u obesas tienen un mayor riesgo de presentar incontinencia urinaria por esfuerzo. El exceso de peso aumenta la presión sobre los órganos abdominales y pélvicos.
En el caso de las mujeres, los factores de riesgo también incluyen lo siguiente:
- Tipo de parto. Las mujeres que tuvieron un parto vaginal son más propensas a desarrollar incontinencia urinaria que las que tuvieron una cesárea. Tener más de un hijo también aumenta el riesgo.
Complicaciones
Algunas de las complicaciones de la incontinencia por esfuerzo son:
- Malestar emocional. Es posible que te sientas avergonzado si padeces incontinencia por esfuerzo. Puede perturbar tu trabajo, tu vida social, tus relaciones interpersonales e incluso tu vida sexual. A algunas personas les avergüenza tener que usar compresas o prendas para la incontinencia.
- Incontinencia urinaria mixta. Es común tener ambos tipos de incontinencia: por esfuerzo y por urgencia. La incontinencia urinaria se produce cuando los músculos de la vejiga se tensan y causan una necesidad urgente de orinar. Las personas que padecen esta afección presentan micción frecuente, micción nocturna y urgencia miccional con o sin incontinencia asociada. Esto se denomina vejiga hiperactiva.
- Sarpullido o dolor en la piel. El contacto prolongado con la orina puede causar irritación o llagas en la piel. Esto puede suceder en casos de incontinencia grave cuando no se utiliza protección contra la humedad ni compresas para la incontinencia. Cámbialas con frecuencia y utiliza compresas para incontinencia en lugar de las que son para la menstruación a fin de evitar llagas en la piel.
Diagnóstico
Durante tu consulta, el profesional de atención médica busca indicios de la causa de tus síntomas. Tu cita probablemente incluirá lo siguiente:
- Diario de micción que informa la cantidad de líquido que tomas, la frecuencia y el momento en que orinas.
- Antecedentes médicos.
- Examen físico. Podría incluir un examen pélvico en las mujeres y un examen rectal.
- Análisis de una muestra de orina para detectar infecciones o restos de sangre.
- Breve examen neurológico para comprobar el funcionamiento de los nervios pélvicos.
- Prueba de esfuerzo urinario con ejercicio, en la que el profesional de atención médica busca fugas de orina cuando toses o te agachas con la vejiga llena.
Exámenes para analizar la función de la vejiga
Los casos comunes de incontinencia urinaria, por lo general, no requieren más pruebas. Sin embargo, en algunos casos el profesional de atención médica puede solicitar pruebas para comprobar el funcionamiento de la vejiga, la uretra y el esfínter.
Entre las pruebas para analizar la función de la vejiga, pueden estar las siguientes:
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Medir la cantidad de orina que queda en la vejiga después de orinar. Es posible que te hagan esta prueba si hay motivos de preocupación acerca de tu habilidad para vaciar la vejiga por completo. Esta prueba podría requerirse en personas mayores, en quienes se sometieron a una cirugía de la vejiga o en aquellos que tienen diabetes.
Un especialista utiliza una ecografía, que convierte las ondas de sonido en una imagen para ver la cantidad de orina que queda en la vejiga después de orinar. A veces, la prueba consiste en pasar un catéter o sonda delgada a través de la uretra hasta la vejiga. El catéter drena la orina que queda para poder medirla.
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Medición de la presión en la vejiga. La prueba urodinámica mide la presión en la vejiga durante el llenado y el vaciado. Esta prueba puede verificar si hay incontinencia por esfuerzo y la fuerza de los músculos del suelo pélvico. Algunos profesionales de atención médica utilizan estos resultados para elegir el método quirúrgico.
Se usa un catéter para llenar la vejiga lentamente con un líquido tibio. A medida que la vejiga se llena, te pueden pedir que tosas o te agaches para comprobar si hay fugas. Este procedimiento se puede combinar con un estudio de presión-flujo que indica la presión que la vejiga tiene que ejercer para vaciarse por completo.
- Cistoscopia. Para esta prueba se utiliza un endoscopio que se introduce en la vejiga para detectar la presencia de afecciones en ella y en la uretra que puedan causar los síntomas. Este procedimiento se suele realizar en el consultorio.
Tratamiento
Es posible que tu profesional de atención médica te recomiende una combinación de formas de tratar la incontinencia por esfuerzo. Si tienes una infección de las vías urinarias, recibe tratamiento para esta afección antes de iniciar el tratamiento para la incontinencia por esfuerzo.
Terapias de comportamiento
Las terapias conductuales pueden ayudarte a disminuir o eliminar la incontinencia por esfuerzo. Las opciones de tratamiento incluyen las siguientes:
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Ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico. Un miembro del equipo de atención médica o un fisioterapeuta pueden enseñarte a hacer los ejercicios de Kegel para fortalecer los músculos del suelo pélvico y el esfínter urinario. Si quieres que los ejercicios de Kegel funcionen, debes hacerlos con regularidad.
Junto con los ejercicios de Kegel, se puede aplicar una técnica que se llama biorretroalimentación para que sean más eficaces. La biorretroalimentación implica el uso de sensores de presión o estimulación eléctrica para guiar las contracciones musculares adecuadas. Una vez se hayan fortalecido los músculos, puedes apretarlos antes de hacer cualquier cosa que cause fugas para evitarlas.
- Beber líquidos. Tu profesional de atención médica puede indicarte la cantidad y el tipo de líquido que debes beber durante el día y la noche y el momento de hacerlo. Sin embargo, no limites tanto lo que bebes hasta el punto de deshidratarte.
- Cambios saludables en el estilo de vida. Dejar de fumar, bajar el exceso de peso o tratar la tos persistente son cambios que disminuyen el riesgo de padecer incontinencia urinaria por esfuerzo y mejoran los síntomas.
- Entrenamiento de la vejiga. Si padeces incontinencia mixta, tu profesional de atención médica puede sugerirte un horario para ir al baño. Orinar con más frecuencia puede ayudar en los casos de incontinencia urinaria por urgencia.
Medicamentos
En los Estados Unidos, no hay ningún medicamento aprobado para tratar la incontinencia por esfuerzo.
Estilo de vida y remedios caseros
Las prácticas de un estilo de vida saludable pueden aliviar los síntomas de la incontinencia urinaria por esfuerzo. Entre estas, están las siguientes:
- Pierde los kilos de más. Si tu índice de masa corporal es de 30 o más, bajar el exceso de peso puede ayudarte a reducir la presión sobre la vejiga y los músculos del suelo pélvico. Incluso una pérdida de peso del 10 % puede mejorar considerablemente la incontinencia por esfuerzo. Habla con un miembro de tu equipo de atención médica para que te ayude a perder peso.
- Agrega fibra a tu dieta. Tener problemas para defecar contribuye a la incontinencia urinaria. Mantener las heces blandas y evacuar el intestino de forma regular reduce la presión sobre los músculos del suelo pélvico. Prueba ingerir comidas con alto contenido de fibras para aliviar y prevenir el estreñimiento, como granos y cereales integrales, legumbres, frutas y verduras.
Estrategias de afrontamiento, y apoyo
Los tratamientos para la incontinencia por esfuerzo a menudo pueden reducir sustancialmente, y posiblemente eliminar, las fugas de orina. Algunas personas seguirán teniendo fugas de orina de vez en cuando. Estar preparado puede ayudarte a sobrellevar la situación.
Salidas
Mantente conectado con tus familiares, amigos y compañeros de trabajo para que no te sientas solo ni triste. Estar preparado puede hacer que te sientas mejor cuando vas a salir:
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Ten suministros. Lleva suficientes compresas para la incontinencia o ropa interior de protección, y tal vez también una muda de ropa. Los productos para la incontinencia son pequeños. Pueden caber en un bolso espacioso o una mochila pequeña.
Puedes tener suministros adicionales y más ropa en el baúl del automóvil o en una mochila para usarlos cuando los necesites.
- Obtén información del lugar al que vas. Averigua dónde están los baños. Elige asientos que te permitan llegar a los baños fácilmente.
- Cuida bien tu piel. El contacto prolongado con prendas húmedas puede causar llagas en la piel. Cámbiate la ropa húmeda para mantener la piel seca. Usa una crema protectora que actúe como barrera si tu piel suele estar húmeda.
Relaciones sexuales e incontinencia
Tener fugas de orina durante las relaciones sexuales puede ser molesto, pero existen formas de evitar que esto arruine las relaciones sexuales para ti.
- Habla con tu pareja. Puede ser difícil hacerlo, pero habla con tu pareja sobre los síntomas. El apoyo de tu pareja y su disposición para ayudarte pueden hacer que tus síntomas sean más fáciles de manejar.
- Vacía la vejiga antes de tener relaciones sexuales. Para reducir las probabilidades de fugas, no bebas líquidos aproximadamente una hora antes de tener relaciones sexuales. Vacía la vejiga antes de empezar a tener relaciones sexuales.
- Prueba otra posición. Cambiar de posición puede disminuir las probabilidades de fugas. Cuando las mujeres están en la posición de arriba tienen un mejor control de los músculos pélvicos.
- Realiza ejercicios de Kegel. Estos ejercicios fortalecen los músculos del suelo pélvico y reducen las fugas de orina.
- Prepárate. Tener toallas a mano o compresas desechables en la cama puede aliviar tu preocupación y contener las fugas.
Busca ayuda.
La incontinencia no es una parte normal del envejecimiento. Los tratamientos pueden curar la incontinencia por esfuerzo o reducir significativamente sus efectos en tu vida.
Encuentra un profesional de atención médica que trabaje contigo para buscar la mejor manera de tratar tu incontinencia. Deben trabajar juntos para buscar los tratamientos adecuados para ti. Tómate el tiempo necesario para hablar sobre las ventajas y desventajas de las muchas opciones de tratamiento.
Podrías considerar unirte a un grupo de apoyo. Los grupos de apoyo te brindan un espacio para que hables de tus inquietudes y pueden ayudarte a seguir adelante con tus esfuerzos de autocuidado.
Grupos como la National Association for Continence (Asociación Nacional para la Continencia) ofrecen recursos e información para las personas que tienen incontinencia por esfuerzo.
Preparación antes de la cita
Es posible que tu profesional de atención médica te haga rellenar un formulario sobre tus síntomas de incontinencia por esfuerzo. También es posible que te pida que lleves un diario del funcionamiento de la vejiga durante algunos días.
En este diario, anotas el momento, la cantidad y el tipo de líquidos que consumes. Anotas también la cantidad de orina que expulsas y las veces que tienes incontinencia.
Tu diario puede mostrar patrones que ayuden a tu profesional de atención médica a conocer tu afección. Esto puede reducir la necesidad de realizar algunas pruebas.
Si necesitas pruebas especiales, es posible que te envíen a un urólogo, que es un especialista en afecciones urinarias, o a un uroginecólogo, que es un especialista en afecciones urinarias de la mujer.
Qué puedes hacer
Para aprovechar al máximo tu cita, procura que te acompañe un familiar o amigo para que te ayude a recordar la información que recibes.
Prepara una lista de lo siguiente:
- Tus síntomas. Incluye cuándo ocurren las fugas de orina.
- Todos los medicamentos, las vitaminas o los suplementos que tomes. Agrega las dosis y con qué frecuencia tomas los medicamentos.
- Preguntas para hacerle al profesional de atención médica.
Con respecto a la incontinencia urinaria, estas son algunas preguntas que puedes hacer:
- ¿Empeorará mi incontinencia urinaria?
- ¿Podrían ayudarme los ejercicios para el suelo pélvico? ¿Cómo los hago?
- ¿Cómo afecta mi peso a esta afección?
- ¿Podrían los medicamentos que tomo estar agravando mi afección?
- ¿Qué pruebas podría necesitar para determinar la causa de mi incontinencia?
- ¿Necesitaré una cirugía?
No dudes en hacer todas las preguntas que tengas.
Lo que puedes esperar de tu profesional de atención médica
Debes estar preparado para responder las preguntas de tu profesional de atención médica, como por ejemplo:
- ¿Con qué frecuencia tienes fugas de orina?
- Cuando tienes fugas de orina, ¿se trata solo de unas gotas o empapas la ropa?
- ¿Sabes alguna vez que vas a tener fuga de orina?
- ¿Tienes fugas de orina cuando te ejercitas?
- ¿Te levantas durante la noche para orinar? ¿Con qué frecuencia?
- ¿Cuánto líquido tomas al día?
- ¿Hay algo que parece mejorar la incontinencia? ¿Hay algo que parece empeorarla?
- ¿Qué es lo que más te molesta de la incontinencia urinaria?
- ¿Tienes también incontinencia fecal? ¿Con qué frecuencia? ¿Limita esto tus actividades?
- ¿Sientes como si se te cayera algo de la pelvis o de la vagina?
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