Taquicardia auricular

Perspectiva general

La taquicardia auricular es un latido cardíaco rápido (arritmia). Es un tipo de taquicardia supraventricular.

Durante un episodio de taquicardia auricular, la frecuencia cardíaca aumenta a más de 100 latidos por minuto antes de volver a una frecuencia cardíaca normal de alrededor de 60 a 80 latidos por minuto. Es posible que un episodio comience progresivamente o de forma abrupta. La taquicardia auricular puede provocar una sensación de palpitaciones fuertes o latidos cardíacos acelerados, aturdimiento, mareos y desmayos.

La taquicardia auricular es bastante común. Es posible que le suceda a personas que se sometieron a una cirugía cardíaca o que están embarazadas. Puede desencadenarse debido a infecciones, medicamentos estimulantes o alcohol.

Diagnóstico

Las pruebas y los procedimientos usados para diagnosticar la taquicardia auricular pueden incluir los siguientes:

• Análisis de sangre para controlar trastornos de la tiroides, enfermedades cardíacas u otras afecciones asociadas con taquicardia auricular.
• Electrocardiograma (o electrocardiografía) para medir la actividad eléctrica del corazón y medir el tiempo y la duración de cada latido cardíaco.
• Monitor Holter, un dispositivo portátil para electrocardiogramas que se usa durante un día o más para registrar la frecuencia y el ritmo del corazón mientras llevas a cabo actividades diarias.
• Ecocardiograma, que utiliza ondas sonoras para producir imágenes del tamaño, la estructura y el movimiento del corazón.

Tu proveedor de atención médica puede intentar desencadenar un episodio de taquicardia auricular con otras pruebas, que pueden incluir:

• Prueba de esfuerzo, que controla la actividad cardíaca mientras haces ejercicio en una cinta de correr o una bicicleta fija.
• Un estudio de electrofisiología y mapeo cardíaco, que permite que el proveedor de atención médica vea cómo las señales eléctricas se propagan en el corazón durante cada latido cardíaco.

Tratamiento

El tratamiento de la taquicardia auricular depende de la gravedad de la afección y de los factores que la desencadenan. El proveedor de atención médica puede recomendar:

• Maniobras vagales. Acciones simples pero específicas, como toser, poner una compresa de hielo en el rostro o hacer fuerza como si se estuviera defecando, pueden ayudar a hacer más lento el ritmo cardíaco. El proveedor de atención médica puede pedirte que hagas estas acciones durante un episodio de taquicardia auricular. Estas acciones afectan el nervio vago, que ayuda a controlar los latidos cardíacos.
• Medicamentos. Para controlar la frecuencia cardíaca y restablecer el ritmo cardíaco, se pueden recetar medicamentos. Es posible que sea necesario administrar los medicamentos por vía intravenosa.
• Cardioversión. En este procedimiento, se aplica un choque eléctrico al corazón mediante paletas o parches en el pecho. La corriente afecta las señales eléctricas en el corazón y puede restablecer la frecuencia cardíaca normal. Este procedimiento puede hacerse si la taquicardia auricular no mejora con maniobras vagales o medicamentos.
• Ablación con catéter. Se introduce un tubo delgado y flexible (catéter) por un vaso sanguíneo, generalmente de la ingle, y se lo hace avanzar hasta el corazón. A veces se usa más de un catéter. Los sensores que están en la punta del catéter usan calor (energía de radiofrecuencia) para crear pequeñas cicatrices en el corazón. El tejido cicatricial bloquea de forma permanente las señales eléctricas defectuosas, lo que permite recuperar el latido cardíaco regular.
• Marcapasos. Este pequeño dispositivo puede ser necesario cuando otros tratamientos para la taquicardia auricular no funcionan. Se implanta quirúrgicamente debajo de la piel en la zona del pecho. Cuando el marcapasos detecta latidos cardíacos irregulares, envía un impulso eléctrico que ayuda al corazón a corregir el ritmo cardíaco. Para las personas con taquicardia auricular, este procedimiento suele realizarse con ablación del nodo auriculoventricular.