Un absceso dental es la acumulación de pus en un diente que se genera por una infección. La infección puede deberse a una caries no tratada, una lesión o un arreglo dental antiguo. Si no se trata el absceso, esto puede generar complicaciones graves.
Los abscesos deben drenarse. Es posible que se necesite un tratamiento de conducto o antibióticos. A veces, se extrae el diente.