Los accidentes por ahogamiento pueden evitarse con medidas de precaución, como el uso de salvavidas y la supervisión de los niños cuando están cerca del agua. Los niños pueden hundirse en menos de un minuto.
Por lo general, una persona que se está ahogando y luchando para respirar no puede pedir ayuda. La piel puede ponerse azul por la falta de oxígeno en sangre.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) es necesaria en caso de que la persona haya estado cerca de ahogarse, ya que las complicaciones pueden, en consecuencia, derivar en la muerte.