En el asma, las vías respiratorias se estrechan y se inflaman, y producen un exceso de moco.
Esto puede causar dificultad para respirar y provocar tos, sibilancias y falta de aliento. El asma puede ser leve o interferir con las actividades cotidianas. En algunos casos, puede conducir a un ataque potencialmente fatal.
La enfermedad normalmente puede controlarse con medicamentos.