El botulismo puede ocurrir cuando la toxina C. botulinum ingresa a alimentos o por una herida. Esta afección también puede ocurrir cuando la bacteria crece en el intestino del bebé. El botulismo puede ser mortal y necesita atención médica de inmediato.
Los síntomas del botulismo infantil y alimentario comienzan horas o días después de la infección. Los síntomas del botulismo por herida comienzan unos 10 días después de la infección. Los síntomas del botulismo alimentario y por heridas incluyen dificultad para tragar o hablar, debilidad facial en ambos lados de la cara y parálisis. En bebés, los síntomas incluyen problemas para defecar, llanto débil y movimientos flácidos.
La antitoxina ayuda a prevenir el daño nervioso. El tratamiento del botulismo alimentario puede incluir medicamentos para limpiar el sistema digestivo. Los antibióticos pueden tratar el botulismo por herida. Un cirujano puede quitar el tejido infectado. Un respirador mecánico puede ayudar con la respiración.