Engrosamiento y endurecimiento del tejido bajo la piel de la mano.
La contractura de Dupuytren puede hacer que uno o más dedos permanezcan torcidos hacia la palma. Con mayor frecuencia afecta a los dos dedos más alejados del pulgar. Esto puede dificultar actividades de la vida diaria como introducir las manos en los bolsillos o dar un apretón de manos.
La afección comienza con un bulto duro en la palma de la mano. Con el tiempo, el bulto se puede prolongar hasta formar un cordón duro debajo de la piel y llegar al dedo. Este cordón se contrae y tira del dedo hacia la palma. La afección suele afectar a los dedos meñique y anular.
Si es necesario, los tratamientos incluyen el uso de una aguja para romper el tejido que mantiene el dedo torcido, inyecciones de enzimas para ablandar el tejido y cirugía.