La distrofia muscular de Duchenne suele comenzar a una edad temprana durante la niñez y generalmente afecta a los varones. Esta enfermedad se debe a un cambio genético que generalmente se transmite de padres y madres a hijos. Un factor de riesgo es tener antecedentes familiares de distrofia muscular.
Los síntomas de la distrofia muscular de Duchenne son, por ejemplo, caídas frecuentes, dificultad para levantarse luego de estar acostado o sentado, problemas para correr y saltar, marcha de pato, caminar en puntas de pie, dolor y rigidez.
El objetivo del tratamiento para la distrofia muscular de Duchenne es controlar los síntomas y disminuir el avance de la enfermedad. Algunas opciones de tratamiento son medicamentos, terapia física, dispositivos de ayuda para la movilidad y, a veces, dispositivos de ayuda para la respiración y cirugía.