La enfermedad de von Willebrand suele heredarse del padre o la madre, o de ambos. En casos poco frecuentes, puede desarrollarse más adelante en la vida.
Algunos síntomas pueden ser los sangrados nasales frecuentes que no se detienen en 10 minutos, sangrado de las encías, sangrado menstrual abundante o prolongado y sangrado excesivo por una cortadura.
El tratamiento se centra en detener o en prevenir los episodios de sangrado, por lo general, con medicamentos.