En la enfermedad de Wilson, el cobre no se elimina adecuadamente y, en su lugar, se acumula, y puede alcanzar un nivel amenazante para la vida. Por lo general, los síntomas comienzan a manifestarse entre los 12 y los 23 años de edad.
Los síntomas incluyen pesadez, fatiga, dolor en las articulaciones y aparición de hematomas con facilidad.
El tratamiento, generalmente, incluye medicamentos que incitan a los órganos a liberar cobre en el torrente sanguíneo y luego los elimina del cuerpo a través de los riñones.