La salmonella es más frecuente entre los niños. Las personas que tienen debilitado el sistema inmunitario, como los adultos mayores, los bebés y las personas con SIDA, son más propensas a experimentar casos graves.
Los síntomas incluyen diarrea profusa, fiebre, escalofríos y dolor abdominal.
La mayoría de las personas solo necesitan líquidos adicionales y se recuperan en menos de una semana. Es posible que las infecciones graves requieran atención médica, incluidos líquidos por vía intravenosa y, a veces, antibióticos.