La leishmaniasis cutánea se propaga por la picadura de flebótomos infectados. Este tipo de leishmaniasis afecta la piel.
Los síntomas incluyen lesiones en la piel, que, por lo general, aparecen varias semanas o meses después de la exposición. Las lesiones normalmente se agrandan y, con el tiempo, causan llagas abiertas con un borde levantado, el cual puede estar cubierto con escamas o costras.
Hay medicamentos para matar los parásitos.