Los seres humanos pueden contraer leptospirosis a través del contacto directo con la orina de animales infectados o a través de agua, tierra o alimentos contaminados con su orina. Es más común en climas cálidos.
Algunos síntomas son fiebre alta, dolor de cabeza intenso, sangrado, dolor muscular, escalofríos, enrojecimiento de los ojos y vómitos.
Sin tratamiento, la leptospirosis puede provocar daños en los riñones y el hígado, incluso la muerte. Los antibióticos eliminan la infección.