Un nevo puede transformarse en cáncer (melanoma). Los niños con un nevo tienen un mayor riesgo de contraer cáncer de piel en la edad adulta.
El nevo se puede ubicar en cualquier área de la piel o el ojo. Suele ser de color café y puede ser suave, arrugado, plano o elevado. Puede tener cabello.
Por lo general, el tratamiento no es necesario, pero se debe evaluar la eliminación de un lunar que cambia de forma, crece o se oscurece.