El abuso físico es el uso de la fuerza para provocar daño o dolor físicos a una persona. Las víctimas más frecuentes son niños, adultos mayores y mujeres.
Algunos signos son fracturas óseas, heridas, hematomas múltiples y anteojos dañados.
Los casos de maltrato deben informarse a las autoridades. Las lesiones se tratan según sea necesario. La orientación y los grupos de apoyo pueden ayudar a las víctimas.