El síndrome de Gilbert es una enfermedad hereditaria que suele detectarse por accidente, por ejemplo, al hacer un análisis de sangre. Se debe a un defecto en la generación de la bilirrubina por parte del hígado.
Puede hacer que la piel y la parte blanca de los ojos adquieran un tinte amarillo debido a la acumulación de bilirrubina.
El síndrome de Gilbert suele ser inofensivo y no se necesita tratamiento.