Para las personas con trastorno afectivo estacional (SAD), las interacciones sociales diarias suscitan ansiedad irracional, miedo, pudor y vergüenza.
Los síntomas pueden incluir temor a situaciones en la que uno puede ser juzgado, preocupación por situaciones bochornosas o humillantes, o por ofender a alguien.
La terapia del habla y los antidepresivos pueden ayudar a aumentar la confianza y mejorar la capacidad de interactuar con otras personas.