Quien tiene un trastorno de la personalidad por evitación elude los contactos íntimos y sociales con otras personas.
Las personas con esta afección pueden ser extremadamente tímidas, tener miedo a hacer el ridículo y estar demasiado preocupadas con mostrarse tontas.
La psicoterapia es el tratamiento principal. Los medicamentos, incluidos los antidepresivos, pueden ayudar con algunos síntomas.