El componente genético desempeña un papel en el desarrollo de trastornos de la personalidad. El maltrato o la inestabilidad durante la infancia también pueden aumentar el riesgo.
Una persona con trastorno histriónico de la personalidad busca llamar la atención, habla en forma dramática con opiniones fuertes, se ve fácilmente influenciada por otros, tiene emociones que cambian rápidamente y piensa que las relaciones son más cercanas de lo que son.
El tratamiento puede incluir terapia de conversación y medicamentos.