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Enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19)

La enfermedad del coronavirus 2019 (COVID-19) es causada por el virus SARS-CoV-2. Obtén más información sobre los síntomas, los riesgos y las formas de protegerte.

Perspectiva general

Coronavirus

Los coronavirus son una familia de virus. Los coronavirus son una familia de virus que causan enfermedades como el resfriado común, el síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) y el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS, por sus siglas en inglés).

La COVID-19, también llamada enfermedad por coronavirus 2019, es una enfermedad causada por un virus. El virus se llama coronavirus del síndrome respiratorio agudo grave de tipo 2, o, más comúnmente, SARS-CoV-2. Comenzó a propagarse a finales de 2019 y se convirtió en una enfermedad pandémica en 2020.

El virus que causa la COVID-19 se propaga más comúnmente por pequeñas gotas de líquido que se trasladan a través del aire entre las personas que están en contacto estrecho. Muchas personas con COVID-19 no tienen síntomas, o presentan una enfermedad leve. Pero para los adultos mayores y las personas con ciertas afecciones médicas, la COVID-19 puede hacer que necesiten atención médica en el hospital, o llevar a la muerte.

Estar al día con la vacuna contra la COVID-19 ayuda a prevenir afecciones graves, la necesidad de atención en el hospital, y la muerte por esta enfermedad. Otras maneras de ayudar a prevenir la diseminación de este coronavirus incluyen una buena circulación de aire en el interior, distanciamiento físico, uso de mascarilla en el entorno adecuado y buena higiene.

Los medicamentos pueden limitar la gravedad de la infección viral. La mayoría de las personas se recuperan sin efectos a largo plazo, pero algunas presentan síntomas que continúan durante meses.

Síntomas

Los síntomas típicos de COVID-19 suelen aparecer entre 2 y 14 días después del contacto con el virus.

Estos son algunos de los síntomas:

  • Tos seca.
  • Falta de aire.
  • Pérdida del sentido del gusto o el olfato.
  • Cansancio extremo.
  • Síntomas digestivos como malestar estomacal, vómitos o diarrea, que es cuando las heces son blandas.
  • Dolor, como dolores de cabeza y dolores corporales o musculares.
  • Fiebre o escalofríos.
  • Síntomas parecidos a los del resfriado, como congestión, secreción nasal o dolor de garganta.

Es posible que las personas solo presenten algunos síntomas, o que no tengan ninguno. Las personas que no presentan síntomas pero dan positivo en la prueba de COVID-19 se denominan asintomáticas. Por ejemplo, muchos niños que dan positivo no presentan síntomas de la COVID-19. Las personas que presentan síntomas se consideran presintomáticas. Ambos grupos pueden transmitir la COVID-19 a otras personas.

En algunas personas, los síntomas pueden empeorar entre 7 y 14 días después de comenzar.

La mayoría de las personas con COVID-19 tienen síntomas de leves a moderados. Pero la COVID-19 puede causar complicaciones médicas graves y llevar a la muerte. Los adultos mayores o las personas que ya padecen afecciones médicas corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades graves.

La COVID-19 puede ser una enfermedad leve, moderada, grave o crítica.

  • En términos generales, la COVID-19 leve no afecta la capacidad de los pulmones para llevar oxígeno al cuerpo.
  • En la enfermedad moderada de COVID-19 hay signos de que la infección está en lo profundo de los pulmones, aunque estos funcionen correctamente.
  • La COVID-19 grave significa que los pulmones ya no funcionan correctamente y la persona necesita oxígeno y otros cuidados médicos en el hospital.
  • En la enfermedad crítica de COVID-19 los pulmones y el sistema respiratorio han fallado y hay daño en todo el cuerpo.

En raras ocasiones, las personas que contraen el coronavirus pueden desarrollar un grupo de síntomas relacionados con órganos o tejidos inflamados. Esta enfermedad se conoce como síndrome inflamatorio multisistémico. Cuando los niños padecen esta enfermedad, se llama síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico. Si la padecen los adultos, se conoce como síndrome inflamatorio multisistémico en adultos.

Cuándo debes consultar al médico

Comunícate con un profesional de atención médica si tu prueba de COVID-19 da un resultado positivo. Si tienes síntomas y necesitas hacerte una prueba para la COVID-19, o has estado expuesto a alguien con COVID-19, un profesional de atención médica puede ayudarte.

Las personas con un alto riesgo de sufrir una enfermedad grave pueden recibir medicamentos para bloquear la diseminación del virus de la COVID-19 en el cuerpo. O tu equipo de atención médica puede planificar controles periódicos para vigilar tu salud.

Busca ayuda de emergencia de inmediato para cualquiera de estos síntomas:

  • No puedes recuperar el aliento o tienes problemas para respirar.
  • Tienes la piel, los labios o el lecho ungueal pálidos, o de color gris o azul.
  • Confusión reciente.
  • Problemas para mantenerte despierto o despertar.
  • Dolor o presión constante en el pecho.

Esta lista no incluye todos los síntomas que se consideran una emergencia. Si tienes síntomas que te preocupan, o los tiene una persona bajo tu cuidado, busca ayuda. Informa al equipo de atención médica sobre una prueba para COVID-19 con resultado positivo o síntomas de la enfermedad.

Causas

La COVID-19 está causada por la infección por el coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave, también llamado SARS-CoV-2.

El coronavirus se transmite principalmente de persona a persona, incluso de alguien que está infectado pero no presenta síntomas. Cuando las personas con COVID-19 tosen, estornudan, respiran, cantan o hablan, su aliento puede estar infectado con el virus de la COVID-19.

El coronavirus transportado por el aliento de una persona puede aterrizar directamente en la cara de otra persona cercana, por ejemplo, después de un estornudo o una tos. Las gotitas o partículas que exhala la persona infectada podrían ser inhaladas por otras personas si están muy juntas o en áreas con poca circulación de aire. Una persona puede tocar una superficie que tiene gotitas respiratorias y luego tocarse la cara con manos que tienen el coronavirus.

Es posible tener COVID-19 más de una vez.

  • Con el tiempo, las defensas del cuerpo contra el virus de la COVID-19 pueden desvanecerse.
  • Una persona puede estar expuesta a una cantidad tan grande del virus que este atraviese su defensa inmunitaria.
  • Cuando un virus infecta a un grupo de personas, el virus se copia a sí mismo. Durante este proceso, el código genético puede cambiar al azar en cada copia. Estos cambios se llaman mutaciones. Las personas pueden volver a enfermarse si el coronavirus que causa la COVID-19 cambia de tal manera que las infecciones previas o las vacunas se vuelven menos efectivas para prevenir la infección.

El virus que causa la COVID-19 puede infectar a algunas mascotas. Gatos, perros, hámsteres y hurones se han contagiado de este coronavirus y han presentado síntomas. Es raro que una persona se contagie de COVID-19 de una mascota.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo para la COVID-19 son:

  • Si alguien con quien vives tiene COVID-19.
  • Si pasas tiempo en lugares con poca circulación de aire y muchas personas cuando el virus se está propagando.
  • Si pasas más de 30 minutos en contacto cercano con alguien que tiene COVID-19.

Muchos factores afectan el riesgo de contraer el virus que causa la COVID-19. Todos estos son factores que afectan el riesgo: el tiempo que dura el contacto, si el espacio tiene buena circulación de aire y tus actividades. Además, si tú o las otras personas usan mascarillas, si alguien tiene síntomas de COVID-19 y lo cerca que estén unos de otros afecta el nivel de riesgo. El contacto cercano incluye sentarse y hablar uno al lado del otro, por ejemplo, o compartir un automóvil o dormitorio.

Parece ser raro que las personas contraigan el virus que causa la COVID-19 por contacto con una superficie infectada. Si bien el virus se elimina en las heces, no es común que haya infección por COVID-19 en lugares como un baño público.

Factores de riesgo para la COVID-19 grave

Algunas personas corren un mayor riesgo que otras de enfermarse gravemente con COVID-19. Esto incluye a las personas de 65 años o mayores, así como a los bebés menores de 6 meses. Esos grupos etarios presentan el mayor riesgo de necesitar atención en el hospital a causa de la COVID-19.

No se sabe cuáles son todos los factores de riesgo para una enfermedad grave por la COVID-19. Hay personas de todas las edades sin otros problemas médicos que han necesitado atención en el hospital por la COVID-19.

Los factores de riesgo conocidos para las enfermedades graves incluyen a las personas que no han recibido la vacuna contra la COVID-19. La enfermedad grave también supone un mayor riesgo para las personas que tienen:

  • Enfermedad de células falciformes o talasemia.
  • Enfermedades cardíacas graves y posiblemente presión arterial alta.
  • Enfermedades crónicas renales, hepáticas o pulmonares.

Las personas con demencia o alzhéimer también corren un mayor riesgo, al igual que aquellas con afecciones del cerebro y del sistema nervioso, como los accidentes cerebrovasculares. Fumar aumenta el riesgo de una COVID-19 grave. Además, las personas cuyo índice de masa corporal indica que tienen sobrepeso u obesidad pueden también estar a mayor riesgo.

Otras enfermedades o situaciones que aumentan el riesgo de enfermar gravemente a causa de la COVID-19 incluyen las siguientes:

  • Cáncer o antecedentes de cáncer
  • Diabetes tipo 1 o tipo 2.
  • Sistema inmunitario debilitado por trasplantes de órganos sólidos o de médula ósea, ciertos medicamentos o VIH.
  • Embarazo.

Esta lista no es exhaustiva. Los factores relacionados con un problema de salud también pueden aumentar el riesgo de sufrir una enfermedad grave por COVID-19. Algunos ejemplos son tener una afección cuando las personas viven en un hogar grupal, o la falta de acceso a atención médica. Además, las personas con más de un problema de salud o las personas mayores que también presentan problemas de salud tienen una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad grave.

Complicaciones

Las complicaciones de la COVID-19 incluyen pérdida prolongada del gusto y el olfato, erupciones cutáneas y llagas. La enfermedad puede causar dificultad para respirar o neumonía. Los problemas médicos que una persona ya enfrenta pueden empeorar.

Las complicaciones de la enfermedad grave de COVID-19 pueden incluir:

  • Síndrome de dificultad respiratoria aguda, cuando los órganos del cuerpo no reciben suficiente oxígeno.
  • Shock causado por la infección o problemas cardíacos.
  • Reacción exagerada del sistema inmunitario, llamada respuesta inflamatoria.
  • Coágulos sanguíneos.
  • Lesión renal.

Adolescentes y síndrome post-COVID-19

Después de una infección por COVID-19, algunas personas informan que los síntomas continúan durante meses o que desarrollan nuevos síntomas. A este síndrome a menudo se le ha llamado COVID prolongada o post-COVID-19. Es posible que lo llamen COVID-19 de larga duración, afecciones post-COVID o PASC. Eso es la abreviatura de secuelas post-agudas del SARS-CoV-2.

Otras infecciones, como la gripe y la polio, pueden llevar a enfermedades a largo plazo. Pero el virus que causa la COVID-19 solo se ha estudiado desde que comenzó a propagarse en 2019. Por eso, continúa la investigación sobre los efectos específicos de los síntomas a largo plazo de la COVID-19.

Los investigadores creen que el síndrome post-COVID-19 puede ocurrir después de una enfermedad de cualquier gravedad.

Recibir la vacuna contra la COVID-19 puede ayudar a prevenir el síndrome post-COVID-19.

Prevención

Las vacunas contra la COVID-19 para 2025 a 2026 disponibles en los Estados Unidos son las de Moderna, Pfizer-BioNTech y Novavax. Todas las vacunas están aprobadas para personas mayores de 65 años edad. Cada vacuna también está aprobada para personas más jóvenes con una afección que aumenta el riesgo de enfermarse gravemente de COVID-19.

  • Vacuna de Moderna contra la COVID-19 para 2025 a 2026.
    • Spikevax. Esta vacuna está aprobada para personas de 6 meses a 64 años con riesgo de enfermarse gravemente de COVID-19 y para aquellas personas mayores de 65 años.
    • Mnexspike. Esta vacuna está aprobada para personas de 12 a 64 años con riesgo de enfermarse gravemente de COVID-19 y para aquellas personas mayores de 65 años.
  • Vacuna de Pfizer-BioNTech contra la COVID-19 para 2025 a 2026.
    • Comirnaty. Esta vacuna está aprobada para personas de 5 a 64 años con riesgo de enfermarse gravemente de COVID-19 y para aquellas personas mayores de 65 años.
  • Fórmula de la vacuna de Novavax contra la COVID-19 para 2025 a 2026
    • Nuvaxovid. Esta vacuna está aprobada para personas de 12 a 64 años con riesgo de enfermarse gravemente de COVID-19 y para aquellas personas mayores de 65 años.

Afecciones de salud relacionadas con casos graves de COVID-19

Los grupos de mayor riesgo son las personas mayores de 65 años, los bebés menores de 6 meses y las personas con determinadas afecciones médicas. Entre estas afecciones se encuentran los trastornos sanguíneos y las enfermedades crónicas. Fumar aumenta el riesgo de enfermarse gravemente de COVID-19. Además, las personas cuyo índice de masa corporal indica que tienen sobrepeso u obesidad pueden también tener mayor riesgo.

Esta lista no es exhaustiva. No se conocen todos los factores de riesgo de una enfermedad grave por la COVID-19. Las personas de todas las edades sin otros problemas médicos también han necesitado atención en el hospital por la COVID-19.

¿Quién debería recibir una vacuna contra la COVID-19?

Se recomiendan las vacunas contra la COVID-19 para las personas que están embarazadas o planean estarlo. También se recomiendan para personas de 6 meses a 17 años o mayores de 65 años. Además, si tienes un mayor riesgo de enfermarte gravemente de COVID-19, asegúrate de recibir la última vacuna para la mejor protección. Si tienes entre 18 y 64 años, la vacuna contra la COVID-19 puede ser eficaz para prevenir casos graves de la enfermedad, y quizás te la recomienden.

En general, las personas de 5 años o mayores con sistemas inmunitarios típicos pueden recibir cualquier vacuna aprobada o autorizada para su edad. Por lo general, no es necesario que reciban la misma vacuna cada vez.

Algunas personas deben recibir todas las dosis de la vacuna del mismo fabricante, entre ellas:

  • Niños de 6 meses a 4 años.
  • Personas de 5 años en adelante con sistemas inmunitarios debilitados.
  • Las personas de 12 años o mayores que hayan recibido una inyección de la vacuna de Novavax deben recibir la segunda inyección de Novavax en la serie de dos dosis.

Habla con tu profesional de atención médica si tienes alguna pregunta sobre las vacunas para ti o tu hijo. Tu equipo de atención médica puede ayudarte si:

  • La vacuna que recibiste o que recibió tu hijo anteriormente no está disponible.
  • No sabes qué vacuna recibieron.
  • Tú o tu hijo comenzaron una serie de vacunas pero no pudieron terminarla debido a los efectos secundarios.

Personas con el sistema inmunitario debilitado

El equipo de atención médica puede sugerir la administración de dosis adicionales de la vacuna contra la COVID-19 si tienes un sistema inmunitario moderada o gravemente debilitado. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) también autorizó la administración del anticuerpo monoclonal pemivibart (Pemgarda) para prevenir la COVID-19 en algunas personas con un sistema inmunitario debilitado.

Controlar la diseminación de la infección

Además de la vacunación, existen otras formas de detener la diseminación del virus que causa la COVID-19.

Si estás a mayor riesgo de sufrir una enfermedad grave, habla con tu profesional de atención médica sobre la mejor manera de protegerte. Infórmate sobre qué hacer si te enfermas para poder comenzar el tratamiento rápidamente.

Si te sientes enfermo o tienes COVID-19, quédate en casa y alejado de otros, incluidas las mascotas, si es posible. Evita compartir artículos del hogar como platos o toallas si estás enfermo.

En general, adopta el hábito de:

  • Hacer la prueba para la COVID-19. Si tienes síntomas de la COVID-19, hazte una prueba para detectar la infección. O hazte la prueba cinco días después de haber entrado en contacto con el virus.
  • Ayudar sin contacto. Evita el contacto cercano con cualquier persona que esté enferma o tenga síntomas.
  • Lavarte las manos. Lávate las manos bien y con frecuencia, con agua y jabón, durante al menos 20 segundos. O usa un desinfectante de manos a base de alcohol que contenga por lo menos un 60 % de alcohol.
  • Cubrir la boca al toser y estornudar. Tose o estornuda en un pañuelo desechable o en el codo. Luego, lávate las manos.
  • Limpiar y desinfectar las superficies que se tocan con frecuencia. Por ejemplo, limpia regularmente las manijas de las puertas, los interruptores de luz, los dispositivos electrónicos y las encimeras.

Trata de mantener distancia en áreas públicas concurridas, especialmente en lugares con poca circulación de aire. Esto es especialmente importante si estás a mayor riesgo de enfermarte de gravedad.

Usa una mascarilla cuando estés en un lugar concurrido y con poca ventilación. Esto es muy importante cuando estás cerca de muchas personas enfermas de COVID-19 o la gripe.

Viajes y COVID-19

Los viajes reúnen a personas de áreas donde las enfermedades pueden estar en niveles más altos. Las mascarillas pueden ayudar a hacer más lenta la diseminación de enfermedades respiratorias en general, incluida la COVID-19. Las mascarillas ayudan más en lugares con poca circulación de aire y donde estás en contacto cercano con otras personas. Además, las mascarillas pueden ayudar si los lugares a los que viajas o por los que viajas tienen un alto nivel de casos de esta enfermedad.

El uso de mascarilla es especialmente importante si tú o un acompañante tienen un alto riesgo de contraer una enfermedad grave a causa de la COVID-19.

Diagnóstico

Si presentas síntomas de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) o si estuviste expuesto al virus de la COVID-19, comunícate con el equipo de atención médica. Infórmales si has estado en contacto cercano con alguna persona a quien se le ha diagnosticado la COVID-19.

En los Estados Unidos, hay pruebas de COVID-19 para hacer en casa. Las pruebas gratuitas se pueden enviar por correo a direcciones de EE. UU. o puedes comprarlas en tiendas, farmacias o en línea. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. aprueba o autoriza las pruebas. En el sitio web de la FDA puedes encontrar una lista de las pruebas validadas y sus fechas de vencimiento. Si tienes alguna inquietud, también puedes consultar con tu profesional de atención médica antes de comprar una prueba.

Lee atentamente las instrucciones que vienen con la prueba cuando te hagas una en casa. Sigue las instrucciones exactamente para obtener el resultado más preciso posible.

Las pruebas de COVID-19 también están disponibles a través de los profesionales de atención médica, en algunas farmacias y clínicas, o en sitios comunitarios.

Aquí hay algunas pautas sobre cuándo realizar una prueba de COVID-19:

  • Si tienes síntomas de COVID-19, haz de inmediato una prueba para detectar la enfermedad.
  • Si has estado expuesto al virus de la COVID-19 pero no tienes síntomas, espera al menos cinco días después de la exposición y luego realiza la prueba.
  • Si tienes síntomas y tuviste un resultado positivo para COVID-19 en los últimos 30 días, puedes volver a hacerte la prueba. Pero si acabas de exponerte al coronavirus y no tienes síntomas, no es necesario que te hagas la prueba.

Además, hacer la prueba antes de un evento o de tener contacto con personas con alto riesgo de enfermarse gravemente ayuda a prevenir la diseminación del virus que causa la COVID-19.

Las pruebas de COVID-19 utilizan una muestra tomada de la nariz o la garganta, o una muestra de saliva.

Hay dos tipos de pruebas que pueden ayudar a diagnosticar la COVID-19.

  • Prueba molecular. Estas pruebas buscan material genético del virus de la COVID-19.

    Las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa, abreviadas como pruebas de PCR, son pruebas moleculares. También es posible que veas este tipo de prueba llamada prueba NAAT, abreviatura de prueba de amplificación de ácido nucleico.

    Las pruebas de PCR son más precisas que la de antígeno, que es el otro tipo de prueba para la COVID-19. Las pruebas de PCR se pueden realizar en casa. Pero es mucho más probable que las realice un profesional de atención médica y las procesen en un laboratorio.

  • Prueba de antígeno. Estas pruebas buscan proteínas virales llamadas antígenos.

    Las pruebas de antígenos también pueden denominarse pruebas rápidas para la COVID-19 o pruebas para la COVID-19 para hacer en casa. Estas pruebas son útiles si necesita un resultado rápido.

    Las pruebas de antígenos son confiables y precisas, pero menos precisas que las pruebas de PCR. Esto es especialmente cierto si no tienes síntomas. Si se realiza una prueba de antígenos y el resultado es negativo para la COVID-19, realiza otra prueba de antígenos después de 48 horas para obtener un resultado más preciso.

Comprender los resultados de las pruebas

Si te haces una prueba de antígenos o de PCR para la COVID-19 y da resultado positivo, es casi seguro que tienes la COVID-19. No es necesario hacer otra prueba.

Si el resultado de una prueba de PCR es negativo, lo más probable es que no tengas la COVID-19.

Si realizas una prueba de antígenos y te da un resultado negativo, la FDA recomienda repetir la prueba de antígenos dos días después de la primera prueba. Con o sin síntomas, repetir la prueba ayuda a conseguir el diagnóstico correcto.

Si el resultado es positivo, llama a un profesional de atención médica de inmediato para averiguar qué opciones están disponibles.

Prevenir la diseminación del virus de la COVID-19 mientras se tiene esta enfermedad

Para evitar la diseminación del virus de la COVID-19 a otras personas, quédate en casa y alejado de cualquier persona con la que vivas mientras tus síntomas empeoren. Si tienes un sistema inmunitario debilitado, probablemente necesitarás aislarte por más tiempo. La duración depende de tus síntomas y de tus antecedentes de salud. Tu profesional de atención médica puede aconsejarte qué es lo mejor para tu situación.

Si debes estar cerca de otras personas, una mascarilla ayuda a reducir la diseminación de este coronavirus. Durante este tiempo, trata de no compartir cosas como tazas o toallas y usa un baño y un dormitorio separados. También puede ser útil tener más circulación de aire en tu hogar.

Una vez que te sientas mejor y no hayas tenido fiebre durante 24 horas completas, y no hayas tomado medicamentos para la fiebre durante ese tiempo, podrás volver a estar con otras personas. Si vuelves a tener fiebre o comienzas a sentirte peor, regresa al aislamiento hasta que tus síntomas mejoren y estés sin fiebre y sin medicamentos durante 24 horas. Pero escucha los consejos de tu profesional de atención médica.

En los cinco días posteriores al aislamiento, para ayudar a prevenir la diseminación del virus de la COVID-19, puedes usar una mascarilla, lavarte las manos, mantener distancia de los demás, hacerte pruebas para detectar la infección por COVID-19 y mejorar la circulación de aire. Estas acciones son útiles incluso si nunca tuviste síntomas pero tu prueba para COVID-19 dio un resultado positivo.

Tratamiento

Muchas personas con la COVID-19 se recuperan con reposo, muchos líquidos y cuidados para controlar los síntomas. Existen medicamentos que puedes comprar sin receta médica que pueden ayudarte a aliviar el dolor.

  • Antifebriles.
  • Analgésicos, como ibuprofeno o acetaminofén.
  • Jarabe o medicamentos para la tos.

Si tienes un alto riesgo de contraer una enfermedad grave por la COVID-19, tu profesional de atención médica puede sugerirte medicamentos para evitar que una enfermedad leve empeore. Estos medicamentos pueden incluir nirmatrelvir y ritonavir (Paxlovid), remdesivir (Veklury) o molnupiravir (Lagevrio).

Paxlovid y Lagevrio se toman por vía oral en forma de pastillas. Veklury se administra a través de una aguja en una vena.

Si presentas un cuadro fuerte de la enfermedad, tal vez debas recibir tratamiento en el hospital.

Tratamiento para la COVID-19 grave

Para las personas internadas en el hospital por COVID-19, la atención se brinda en función de la respuesta de su sistema inmunitario y su necesidad de oxígeno.

Se puede administrar más oxígeno a través de una sonda por la nariz. Es posible que algunas personas necesiten que les coloquen una sonda en las vías respiratorias para empujar el aire hacia los pulmones. Eso se llama ventilación mecánica. En situaciones muy graves, se puede utilizar una máquina llamada oxigenación por membrana extracorpórea, también conocida como ECMO (por sus siglas en inglés) que imita la función del corazón y los pulmones.

Los medicamentos para la COVID-19 grave pueden ser remdesivir, baricitinib (Olumiant) y tocilizumab (Actemra), o un corticosteroide como la dexametasona.

El baricitinib es una pastilla. El tocilizumab es una inyección. La dexametasona puede presentarse en forma de pastilla o administrarse a través de una aguja en una vena.

Otra opción puede ser la administración de plasma de convaleciente, que es sangre donada por personas que se recuperaron de la COVID-19. La sangre se procesa para eliminar las células sanguíneas, dejando el plasma, que es un líquido que contiene proteínas del sistema inmunitario llamadas anticuerpos. El plasma de convalecientes con altos niveles de anticuerpos se puede utilizar para ayudar a las personas con un sistema inmunitario debilitado a recuperarse de la COVID-19.

Ensayos clínicos

Explora los estudios de Mayo Clinic que analizan nuevos tratamientos, intervenciones y pruebas como medio de prevenir, detectar, tratar o controlar esta enfermedad.

Estilo de vida y remedios caseros

Si tienes COVID-19, es importante descansar mucho, beber líquidos y estar atento a tus síntomas. Los medicamentos que se obtienen sin receta pueden ayudar a controlar el dolor, la fiebre o la tos.

Si tienes COVID-19 y estás separado de los demás, trata de mantenerte ocupado y de ayudar a tu cuerpo a eliminar la infección. Algunas cosas que podrían ayudar son:

  • Comer alimentos saludables.
  • Dormir lo suficiente.
  • Hacer ejercicios de relajación.
  • Hacer actividades que disfrutes.
  • Mantenerte en contacto con tus amigos y tu familia, como ser con llamadas telefónicas o de video.

Las personas que tienen COVID-19 o que cuidan a alguien con esta enfermedad pueden presentar síntomas nuevos o peores de estrés, depresión y ansiedad. Si tú o un ser querido necesitan ayuda para controlar el estrés de una enfermedad, el aislamiento o el cuidado, comunícate con un profesional de atención médica. Considera solicitar que te remitan a un profesional de salud mental.

Preparación antes de la cita

Para recibir tratamiento por COVID-19, puedes comenzar por consultar a un profesional de atención médica. De lo contrario, es posible que te remitan a un especialista capacitado en el tratamiento de enfermedades infecciosas.

A continuación, encontrarás información que te ayudará a prepararte para la cita médica.

Lo que puedes hacer

Cuando programes la cita médica, pregunta si hay algo que debas hacer con antelación. Prepara una lista de lo siguiente:

  • Los síntomas, incluso aquellos que no parezcan relacionados con el motivo de la cita médica.
  • Tus viajes recientes, incluso viajes al extranjero.
  • Información personal clave, como momentos de gran estrés, cambios recientes en tu vida y antecedentes médicos familiares.
  • Todos los medicamentos, vitaminas u otros suplementos que tomes; anota también las dosis.
  • Preguntas para el médico.

Si es posible, pídele a un familiar o a un amigo que te acompañe para que te ayude a recordar la información que te den. Trae solo a una o dos personas. Consulta sobre la política de acompañantes antes de ir a la cita médica, ya que puede haber restricciones al respecto en el hospital o la clínica.

Entre algunas de las preguntas básicas para hacerle al equipo de atención médica, se incluyen las siguientes:

  • ¿Qué probabilidad hay de que la COVID-19 sea la causa de estos síntomas?
  • ¿Cuáles son las otras causas posibles?
  • ¿Qué pruebas deben hacerme?
  • ¿Qué medidas me recomienda tomar?
  • ¿Hay alguna restricción que deba cumplir?
  • ¿Debería consultar a un especialista?

Lo que puedes esperar del médico

Es probable que el profesional de atención médica te haga varias preguntas, como las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
  • ¿Adónde viajaste últimamente?
  • ¿Con quién tuviste contacto cercano?
  • ¿Cuán intensos son los síntomas?
Last Updated: October 21st, 2025