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Insuficiencia valvular aórtica

Obtén más información sobre los síntomas y el tratamiento para esta afección, en la que la válvula aórtica del corazón no cierra bien.

Perspectiva general

Insuficiencia valvular aórtica

En la regurgitación de la válvula aórtica, la válvula no se cierra correctamente. Esto hace que la sangre fluya en sentido contrario desde la aorta, que es la arteria principal del cuerpo, hacia el ventrículo izquierdo, que es la cavidad cardíaca izquierda inferior.

La regurgitación de la válvula aórtica, también conocida como regurgitación aórtica, es un tipo de enfermedad de las válvulas cardíacas. La válvula ubicada entre la cavidad inferior izquierda del corazón y la arteria principal del cuerpo no se cierra por completo. Por lo tanto, parte de la sangre que se bombea desde la principal cavidad cardíaca de bombeo, llamado ventrículo izquierdo, se filtra en sentido contrario.

Esta filtración puede impedir que el corazón bombee bien la sangre al resto del cuerpo. Puede que te sientas cansado y te cueste respirar.

La regurgitación de la válvula aórtica puede desarrollarse repentinamente o en el transcurso de muchos años. Una vez que la afección se vuelve grave, suele ser necesaria una cirugía para reparar o reemplazar la válvula.

Síntomas

A menudo, la regurgitación de la válvula aórtica se manifiesta progresivamente. Es posible que no tengas síntomas durante años. Es posible que no te des cuenta de que tienes la afección. Pero, en ocasiones, la regurgitación de la válvula aórtica ocurre súbitamente. Usualmente, se trata de una infección de la válvula.

A medida que empeora la regurgitación de la válvula aórtica, los síntomas pueden incluir:

  • Falta de aire mientras haces ejercicio o cuando estás acostado.
  • Cansancio y debilidad, especialmente cuando estás más activo de lo habitual.
  • Latidos irregulares del corazón.
  • Aturdimiento o desmayos.
  • Dolor, malestar u opresión del pecho, que a menudo empeora al hacer ejercicio.
  • Palpitaciones, que son una sensación de que el corazón late rápido o que aletea.
  • Hinchazón de pies y tobillos.

Cuándo consultar al médico

Llama a un miembro del equipo de atención médica de inmediato si tienes síntomas de regurgitación de la válvula aórtica.

A menudo, los primeros síntomas de regurgitación de la válvula aórtica están relacionados con la insuficiencia cardíaca. La insuficiencia cardíaca es una afección en la que el corazón no puede bombear sangre como debería. Programa una cita con el equipo de atención médica si presentas estos síntomas:

  • Cansancio, también llamado fatiga, que no mejora con el descanso.
  • Falta de aire.
  • Hinchazón de pies y tobillos.

Estos son síntomas comunes de insuficiencia cardíaca.

Causas

Aurículas derecha e izquierda y ventrículos derecho e izquierdo

Un corazón normal tiene dos cavidades superiores y dos cavidades inferiores. Las cavidades superiores, las aurículas derecha e izquierda, reciben la sangre entrante. Las cavidades inferiores, los ventrículos derecho e izquierdo más musculares, bombean la sangre desde el corazón hacia fuera. Las válvulas cardíacas, que mantienen el flujo sanguíneo en la dirección adecuada, son puertas en las aberturas de las cavidades.

La válvula aórtica es una de las cuatro válvulas que controlan el flujo de la sangre a través del corazón. Separa la cavidad principal de bombeo en el corazón, que se llama ventrículo izquierdo, y la arteria principal del cuerpo, conocida como aorta. La válvula aórtica tiene hojuelas, que también se denominan cúspides, que se abren y cierran una vez por latido.

En la regurgitación de la válvula aórtica, la válvula no se cierra correctamente. Esto provoca que parte de la sangre regrese a la cavidad inferior izquierda del corazón, o ventrículo izquierdo. Como resultado, la cavidad recibe más sangre. Esto puede ocasionar que se vuelva más grande y más gruesa.

Al principio, el ventrículo izquierdo más grande ayuda a mantener con más fuerza un buen flujo sanguíneo. Pero, con el tiempo, el corazón se debilita.

Cualquier afección que dañe la válvula aórtica puede causar regurgitación. Las causas pueden incluir:

  • Enfermedad de la válvula cardíaca presente al nacer. Algunas personas nacen con una válvula aórtica que tiene solo dos cúspides, lo que se conoce como válvula bicúspide. Otras, nacen con las cúspides conectadas en lugar tenerlas separadas, que es lo normal. A veces, la válvula puede tener solo una cúspide, y se la conoce como válvula unicúspide. Otras veces, la válvula tiene cuatro cúspides, y se denomina válvula cuatricúspide.

    Si tu padre, tu madre o algún hermano tienen una válvula bicúspide, aumenta el riesgo de presentar esta afección. Pero puedes tener una válvula bicúspide aunque no haya antecedentes familiares de esta afección.

  • Estrechamiento de la válvula aórtica, o estenosis aórtica. A medida que creces, se pueden acumular depósitos de calcio en la válvula aórtica. Esta acumulación hace que la válvula aórtica se vuelva rígida y más estrecha. Esto evita que la válvula se abra correctamente. La estenosis aórtica también puede obstaculizar el cierre adecuado de la válvula.
  • Inflamación del recubrimiento interno de las cavidades y válvulas del corazón. Esta afección mortal también se denomina endocarditis. Generalmente, ocurre a causa de una infección. Puede dañar la válvula aórtica.
  • Fiebre reumática. Esta afección solía ser una enfermedad infantil común en los Estados Unidos. La amigdalitis estreptocócica puede causarla. La fiebre reumática puede hacer que la válvula aórtica se vuelva rígida y se estreche, lo que causa fugas de sangre. Si tienes una válvula cardíaca irregular debido a la fiebre reumática, esto se denomina enfermedad cardíaca reumática.
  • Otras enfermedades. Otras afecciones poco frecuentes pueden hacer que la aorta se agrande y dañar la válvula aórtica. Estas incluyen una enfermedad del tejido conectivo que se llama síndrome de Marfan. Algunas afecciones del sistema inmunitario, como el lupus, también pueden derivar en regurgitación de la válvula aórtica.
  • Desgarro o lesión de la arteria principal del cuerpo. La arteria principal del cuerpo es la aorta. Una lesión traumática en el pecho puede dañar la aorta y causar regurgitación aórtica. Lo mismo puede ocurrir con un desgarro de la capa interior de la aorta, lo que se denomina disección aórtica.

Factores de riesgo

Los factores que aumentan el riesgo de regurgitación de la válvula aórtica incluyen:

  • Edad avanzada.
  • Defectos cardíacos congénitos, que son problemas del corazón presentes al nacer.
  • Antecedentes de infecciones que pueden afectar el corazón.
  • Algunas enfermedades que se pasan de una generación a otra que pueden afectar el corazón, como el síndrome de Marfan.
  • Otros tipos de enfermedades de las válvulas cardíacas, como la estenosis de la válvula aórtica.
  • Presión arterial alta.

La afección también puede ocurrir sin que haya factores de riesgo conocidos.

Complicaciones

Las complicaciones de la regurgitación de la válvula aórtica pueden incluir:

  • Desmayo o sensación de aturdimiento.
  • Insuficiencia cardíaca.
  • Ciertas infecciones en el corazón, como la endocarditis.
  • Problemas en el ritmo cardíaco, llamados arritmias.
  • Muerte.

Prevención

Si tienes cualquier tipo de enfermedad cardíaca, hazte exámenes médicos regulares.

Si tienes un padre o madre, hijo o hija, hermano o hermana con válvula aórtica bicúspide, deberías hacerte un ecocardiograma, que es una prueba por imágenes. Mediante esta prueba se puede revisar si hay regurgitación de la válvula aórtica. Es importante el diagnóstico temprano de una enfermedad de la válvula cardíaca, como la regurgitación de la válvula aórtica. La detección temprana puede hacer que la afección sea más fácil de tratar.

Además, toma medidas para prevenir las afecciones que pueden aumentar el riesgo de regurgitación de la válvula aórtica. Por ejemplo:

  • Hazte un examen médico si tienes dolor de garganta intenso. La amigdalitis estreptocócica sin tratar puede derivar en fiebre reumática. La amigdalitis estreptocócica se trata con medicamentos que combaten las bacterias, llamados antibióticos.
  • Controla tu presión arterial regularmente. Controla la presión arterial al menos cada dos años a partir de los 18. Algunas personas necesitan controles con mayor frecuencia.

Diagnóstico

Un miembro del equipo para la atención de la salud te examina para diagnosticar la regurgitación de la válvula aórtica. Generalmente, te hacen preguntas sobre tus síntomas y tu historial médico. También pueden preguntarte por el historial médico de tu familia.

La presión arterial se comprueba con un brazalete que suele colocarse alrededor del brazo. Se utiliza un dispositivo llamado estetoscopio para escuchar el corazón. El profesional de la salud puede oír un sonido irregular llamado soplo cardíaco.

Es posible que se te remita a un médico especialista en enfermedades cardíacas, llamado cardiólogo.

Tratamiento

Reemplazo con válvula biológica

En un reemplazo con válvula biológica, una válvula hecha de tejido cardíaco de vaca, de cerdo o de ser humano reemplaza a la válvula dañada del corazón.

Reemplazo con válvula mecánica

En un reemplazo con válvula mecánica, se reemplaza la válvula dañada con una válvula cardíaca artificial hecha de un material resistente.

El tratamiento de la regurgitación de la válvula aórtica depende de los siguientes factores:

  • La gravedad de la afección.
  • Los síntomas, si los hay.
  • Si la afección empeora.

Los objetivos del tratamiento de la regurgitación de la válvula aórtica son aliviar los síntomas y prevenir las complicaciones.

Si los síntomas son leves o no tienes síntomas, quizás solo necesites controles médicos regulares. Podrías necesitar ecocardiogramas frecuentes para verificar la salud de la válvula aórtica. Generalmente, también se recomiendan cambios en el estilo de vida que sean saludables para el corazón.

Medicamentos

Si tienes regurgitación de la válvula aórtica, pueden darte medicamentos para:

  • Tratar los síntomas.
  • Reducir el riesgo de sufrir complicaciones.
  • Disminuir la presión arterial.

Cirugía u otros procedimientos

Se puede necesitar una cirugía para reparar o sustituir la válvula afectada, especialmente si el estado y los síntomas son graves. La cirugía de válvula cardíaca suele ser necesaria incluso si la regurgitación aórtica no es grave o no genera síntomas.

La decisión de reparar o sustituir una válvula aórtica dañada depende de los siguientes factores:

  • Tus síntomas
  • Tu edad y salud general
  • Si necesitas una cirugía cardíaca para corregir otra afección del corazón

Si tienes que someterte a otra cirugía cardíaca, los cirujanos pueden hacer la cirugía de la válvula aórtica al mismo tiempo.

La cirugía para reparar o sustituir una válvula aórtica puede hacerse como una cirugía a corazón abierto, que consiste en hacer un corte o incisión en el pecho. A veces, los cirujanos también pueden hacer una cirugía cardíaca de invasión mínima para sustituir la válvula aórtica.

La cirugía para la regurgitación de la válvula aórtica incluye lo siguiente:

  • Reparación de la válvula aórtica. Para reparar una válvula aórtica, los cirujanos separan las cúspides, o aletas de la válvula, que se han conectado. Pueden remodelar o eliminar el exceso de tejido de la válvula para que las cúspides cierren herméticamente, o bien pueden poner parches en los orificios de una válvula. También se puede realizar un procedimiento con catéter para colocar un tapón o un dispositivo en una válvula aórtica de sustitución que tiene fugas.
  • Reemplazo de la válvula aórtica. El cirujano extrae la válvula dañada y la sustituye. Puede sustituirla por una válvula mecánica o por una válvula hecha de tejido cardíaco de vaca, cerdo o ser humano. Este tipo de válvula hecha con tejido también se conoce como válvula de tejido biológico.

    A veces, los cirujanos también pueden hacer una cirugía cardíaca de invasión mínima para sustituir la válvula aórtica. Este procedimiento se llama reemplazo transcatéter de la válvula aórtica y requiere incisiones más pequeñas que las de la cirugía a corazón abierto.

    A veces, la válvula aórtica se sustituye por la válvula pulmonar, que está en tus pulmones. A su vez, tu válvula pulmonar se sustituye por una válvula de tejido biológico del pulmón de un donante fallecido. Esta cirugía más compleja se llama procedimiento de Ross.

    Las válvulas de tejido biológico se desintegran con el tiempo. Por eso, a la larga, posiblemente sea necesario reemplazarlas. Las personas con válvulas mecánicas deberán tomar medicamentos anticoagulantes de por vida para prevenir los coágulos de sangre. Consulta a tu equipo de atención médica sobre los beneficios y los riesgos de cada tipo de válvula.

Estilo de vida y remedios caseros

A pesar de que los cambios en el estilo de vida no pueden prevenir ni tratar tu afección, tu equipo de atención médica puede sugerirte que implementes cambios saludables para el corazón. Estos pueden incluir:

  • Adopta una alimentación saludable para el corazón. Come una variedad de frutas y verduras, productos lácteos bajos en grasa o sin grasa, aves, pescado y granos integrales. Evita las grasas saturadas y trans, y el exceso de sal y azúcar.
  • Mantén un peso saludable. Ponte como objetivo mantener un peso saludable. Si tienes sobrepeso o eres obeso, tu equipo de atención médica puede recomendarte que pierdas peso. Pregunta qué peso objetivo es saludable para ti.
  • Haz ejercicio regularmente. Intenta incluir unos 30 minutos de actividad física, como caminatas rápidas, en tu rutina diaria para estar en forma. Pídele a tu equipo de atención médica que te asesore para comenzar a realizar ejercicio, especialmente si estás pensando en practicar un deporte de competición.
  • No fumes ni consumas tabaco. Si fumas, deja de hacerlo. Pregunta a tu equipo de atención médica sobre los recursos que te ayudarán a dejar de fumar. Unirse a un grupo de apoyo puede ser útil.
  • Controla la presión arterial alta. La presión arterial alta no controlada aumenta el riesgo de tener problemas de salud graves. Haz que te controlen la presión arterial al menos cada dos años a partir de los 18 años. Si tienes factores de riesgo de una enfermedad cardíaca o eres mayor de 40 años, es posible que necesites controles más frecuentes.
  • Hazte una prueba de colesterol. Pide que te hagan el primer análisis de colesterol cuando tengas alrededor de 20 años de edad, y luego al menos una vez cada 4 o 6 años. Es posible que algunas personas necesiten comenzar a realizarse este análisis antes o con más frecuencia.
  • Controla la diabetes. Si tienes diabetes, el control estricto del nivel de la glucosa sanguínea te puede ayudar a mantener la salud del corazón.
  • Mantén buenos hábitos de sueño. Dormir mal puede aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas. Los adultos deberían intentar dormir de 7 a 9 horas a diario. Ve a la cama y despiértate a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Si tienes problemas para dormir, habla con el equipo de atención médica sobre estrategias que podrían ayudar.

Embarazo y regurgitación de la válvula aórtica

Las personas que tengan una enfermedad de la válvula cardíaca deben realizarse controles regulares, incluido para la regurgitación de la válvula cardíaca, durante el embarazo. Si tienes una afección grave de la válvula cardíaca, el embarazo podría no ser recomendable para reducir el riesgo de complicaciones.

Preparación antes de la cita

Si crees que tal vez tengas síntomas de una enfermedad de las válvulas cardíacas, programa una cita para un control médico. Quizás se te remita a un cardiólogo, que es un médico especialista en enfermedades cardíacas.

Si tienes regurgitación de la válvula aórtica, considera recibir cuidados de un equipo médico que se especialice en enfermedades de las válvulas cardíacas.

A continuación, encontrarás información que ayudará a que te prepares para la cita médica.

Qué puedes hacer

  • Ten en cuenta las restricciones previas a la cita médica. Cuando programes la cita médica, pregunta si hay algo que debas hacer con antelación. Por ejemplo, podrían pedirte que no comas ni bebas durante un período corto antes de una prueba de colesterol.
  • Anota tus síntomas y durante cuánto tiempo los has tenido. Incluye cualquiera que parezca no estar relacionado con la enfermedad de la válvula cardíaca.
  • Anota información médica importante, como antecedentes familiares de enfermedades de la válvula cardíaca, y cualquier estrés importante o cambios recientes en la vida.
  • Haz una lista de todos los medicamentos, las vitaminas y los suplementos que tomes. Incluye las dosis.
  • Lleva a la cita a algún familiar o amigo si es posible. Alguien que te acompañe puede ayudarte a recordar lo que dice el equipo de atención médica.
  • Anota las preguntas que quieras hacer al equipo de atención médica.

Para la regurgitación de la válvula aórtica, entre las preguntas para hacerle al equipo de atención médica, se incluyen las siguientes:

  • ¿Cuál es la causa probable de mis síntomas?
  • ¿Existen otras causas posibles?
  • ¿Qué pruebas necesito?
  • ¿Qué tratamiento recomienda?
  • ¿Existen otras opciones de tratamiento?
  • ¿Necesitaré una cirugía? En ese caso, ¿qué cirujano me recomiendan para la cirugía de la válvula aórtica?
  • Tengo otras enfermedades. ¿Cómo puedo controlarlas de manera conjunta?
  • ¿Hay alguna restricción que deba seguir?
  • ¿Debería consultar a un especialista?

No dudes en hacer cualquier otra pregunta.

Qué esperar del médico

Se suelen hacer muchas preguntas, como las siguientes:

  • ¿Cuándo comenzaron los síntomas?
  • ¿Con qué frecuencia notas los síntomas?
  • ¿Cuál es la gravedad de los síntomas?
  • ¿Hay algo que parezca mejorar los síntomas?
  • ¿Hay algo que parezca empeorar los síntomas?
  • ¿Tienes antecedentes familiares de enfermedades cardíacas?
Last Updated: October 4th, 2023